No podía ser un comienzo de año más macabro con cuatro mujeres asesinadas. La cifra de feminicidios asciende a 15 en menos de tres semanas, 48 en 2022 y 1.181 desde 2003. Hay detalles importantes de los últimos casos que nos tienen que hacer pensar. En Ciudad Real, el hombre que mató a cuchilladas a su pareja de 24 años lo hizo cuando ella volvía a casa tras cenar con sus compañeras del equipo de fútbol. En Cádiz, otro varón que tenía antecedentes por violencia de género (estuvo en la cárcel y su nombre estaba por tanto en el sistema de protección VioGén) acabó por disparos con la vida de su pareja, de 46 años, y en Almería, el hombre que confesó haber estrangulado a una mujer de 44 años tras haber mantenido relaciones sexuales con ella también tenía antecedentes. En Tenerife, el que mató a puñaladas a su exmujer, de 46 años, había sido arrestado por coacciones a la víctima. Ayer conocíamos que Interior reconocía fallos en VioGén y que está trabajando en un sistema de alerta a mujeres cuyas parejas sean maltratadoras reincidentes. De acuerdo, algo habrá que hacer desde las instituciones. Dicen que el VioGén solo tiene en cuenta aquellos casos de riesgo físico muy elevado. Pero también es necesario que exista una mayor implicación social. Cualquier señal como familiar, vecino, amigo o testigo debe hacernos actuar sin dilación.