Anda, ya se ha despejado una de las equis sobre las encomiendas que el PP iba a poder ofrecer tanto a Adanero como a Sayas. Adanero, cercano ya a cumplir los 60 años cuando acabe la legislatura, seré al candidato del PPN a la alcaldía de Pamplona en las elecciones de mayo, mientras que aún no se sabe el destino de Sayas, al que seguro que en su fuero interno le encantaría ir a Madrid en condición de lo que fuera. Pero Adanero se queda en Pamplona y más que posiblemente lo hará con plaza de concejal y quién sabe si rascando votos a UPN y a VOX. En los últimos 30 años solo en 2 ocasiones el PPN fue solo a la alcaldía de Pamplona sin UPN. En 2011 logró el 6,87% de los votos y 2 concejales, que fueron para Cristina Sanz y el tristemente fallecido Núñez Centano, que votaron a favor de Maya como alcalde. En 2015, en cambio, el PPN no llegó al 5% necesario para obtener concejal y se quedó en el 3,8%, con Pablo Zalba como cabeza de lista. Ahora, con un Adanero que lleva toda su vida en la política navarra y que cuenta con muchos seguidores –pero hasta ahora en UPN–, está por ver el tirón que pueda obtener el de Barañáin, ante candidatos como Asirón, Ibarrola, Koldo Martínez, Elma Saiz o Txema Mauleón entre otros. Parece bastante claro que dado el estado actual del PP a nivel nacional el 5% es alcanzable, pero queda la duda de si la jugada de los tránsfugas ha sido bien vista por sus posibles votantes o por el contrario no va a sumar en su haber. Porque en las fotos y en los actos sí que se juntan 100 o 200 afines, pero luego los votos son una cosa muy diferente. Y estará por ver, claro, qué hace con esos hipotéticos concejales el PPN si UPN necesita de ellos para la alcaldía, ante el empuje que por lógica tiene que venir por parte de los partidos que en esta legislatura han estado en la oposición y cuya suma debería ser igual o mayor que los 14 que dan la vara.