Y entonces Johnny cogió su fusil, perdón, Jiménez Losantos cogió su micrófono y nos deleitó con esta parrafada: “A muchos les ha sorprendido el desfile paramilitar de los etarras de Osasuna por las calles de Sevilla, como si fueran a tomar la catedral y a pegarle fuego. ¿Qué necesita Rubiales para expulsar a ese club? ¿Que disparen al aire y maten a transeúntes...?”. Creíamos superados los tiempos en los que, si ibas a según qué sitios con un equipo con nombre en euskera –Osasuna, Beti Onak, Anaitasuna...–, era inevitable que te llamaran terrorista, pero se ve que no. Por motivos obvios, estuvimos atentos a lo que ocurría el pasado fin de semana en Sevilla y, salvo un conato de pelea entre dos cuadrillas, el comportamiento de los rojillos fue ejemplar, y eso que había 25.000, y que corrió el alcohol, y que había otros 25.000 del Real Madrid. Pero estos telepredicadores del odio jamás dejan que la verdad les arruine sus disparates.