La incapacidad de llegar a acuerdos por parte de un gobierno en minoría como el que lidera Ibarrola en Iruña se ha hecho extensible también a sus relaciones con otras instituciones como el Gobierno foral y ha hecho peligrar fondos europeos destinados a movilidad. Ha ocurrido con el proyecto de corredor sostenible en Beloso. La propuesta del Ejecutivo para mejorar la conectividad de la gran ciudad y enlazar diferentes núcleos de la Comarca con su capital ha sido utilizada por el Ayuntamiento de Pamplona como ariete político. Marear la perdiz apelando a la protección de los chopos de Beloso, sin valor ambiental según Medio Ambiente, para terminar, a última hora, anunciando que ejecutará el proyecto tal y como estaba previsto ante el ultimátum del Gobierno foral. Sin cambiar una coma.

Lo hizo después de fracasar en su intento de sacar adelante el proyecto de aparcamiento de la Plaza de la Cruz que conllevaba la tala de arbolado en pleno centro de la ciudad. En realidad Beloso es el cuarto proyecto de relieve en el que Ibarrola se ha visto obligada a recular. Antes fueron el parking de la plaza de la Cruz y la urbanización de la calle Sangüesa, la reforma de Sarasate y el estudio de tráfico en la rotonda de San Jorge. Un proyecto, el de Beloso, de fuerte impacto visual por lo que supone la construcción de una nueva estructura o voladizo pero que ha sido definido durante dos años por parte de los equipos técnicos de ambas administraciones (Pamplona tiene más término municipal) y que se plasmó en un convenio entre las tres partes (incluyendo Burlada) vinculado a ese proyecto consensuado. Su predecesor Enrique Maya firmó aquel convenio que abría una nueva era a un municipio que ha apostado por la movilidad en solitario y un ejemplo son las bicis eléctricas sólo para Pamplona.

El Ministerio dejaba claro esta semana la premura a la hora de impulsar una obras que, de lo contrario, perdían la ayuda de 4 millones y cuyo plazo de ejecución finalizaba este año. La obra debía licitarse conforme al proyecto recogido en el convenio de abril. En su afán de protagonismo Ibarrola ha deslizado que las posibles mejoras podrán introducirse en las ofertas de las empresas que concurran. Con o sin alternativas para conectar el difícil talud entre Burlada e Iruña lo cierto es que el Gobierno de Navarra apostó por ganar espacio a peatones y ciclistas sin recortar el número de carriles de la que es una de las principales entradas a la ciudad y que la recorre por entero a través de la Avenida Baja Navarra. Hubo tiempo de sobra para repensar otro proyecto.