Perder algún kilo que otro es la aspiración de muchos y casi nunca es fácil. La teoría la sabemos: es imprescindible practicar ejercicio físico, combinarlo con hábitos saludables y una alimentación sana, y mantener un equilibrio entre las calorías que consumimos y las que quemamos.

Las posibilidades de hacer ejercicio son muchas: caminar, correr, ir al gimnasio, ejercitarse en casa... y entre ellas hay una técnica que se está haciendo cada vez más popular: se trata del retro-walking.

Este método nació en China hace 5.000 años y forma parte del Quigong, una antigua práctica que equilibra la energía del cuerpo. Consiste en caminar, pero no de la forma habitual, sino hacia atrás, y los sabios del lugar dicen de ella que “cien pasos hacia atrás valen más que mil pasos hacia adelante”.

Beneficios del retro-walking

Actualmente, esta técnica se utiliza como entrenamiento deportivo y como protocolo de rehabilitación de lesiones y enfermedades crónicas y esconde además una interesante ventaja y es que ayuda a adelgazar. Otros de sus beneficios son:

1- Mejora el equilibrio. Al caminar hacia atrás, se estimulan diferentes músculos y se desafía el equilibrio, lo que puede ayudar a mejorar la estabilidad corporal.

 2- Fortalece los músculos. Este tipo de caminata puede involucrar músculos que no se trabajan tanto al caminar hacia adelante, lo que puede contribuir al fortalecimiento general del cuerpo, sobre todo piernas, glúteos y músculos centrales.

3- Mejora la salud cardiovascular. Aumenta la respuesta cardiorrespiratoria al elevar la frecuencia cardíaca y el consumo de oxígeno.

4- Alivia el dolor de espalda. Practicar este ejercicio durante cuatro semanas reduce el dolor lumbar.

Una mujer camina por una carretera al atardecer.

5- Activa el cerebro. Al caminar hacia atrás, se requiere más concentración y atención para evitar obstáculos y mantener el equilibrio, lo que puede ayudar a mejorar la agudeza mental y la coordinación motora.

6- Menor impacto en las articulaciones. A diferencia de correr o caminar rápido hacia adelante, es una opción para quienes sufren problemas en las articulaciones.

7- Variedad en el entrenamiento. Introducir el retro-walking en la rutina de ejercicios puede proporcionar variedad y desafío adicional, lo que puede ser beneficioso para evitar el aburrimiento y mantener la motivación.

Cómo practicarlo

Es importante practicar el retro-walking siempre con precaución y en lugares seguros para evitar posibles accidentes y lesiones. Si se hace a un ritmo moderado o intenso durante períodos prolongados, como ya hemos dicho, esta técnica puede contribuir a la pérdida de peso

Los expertos aconsejan caminar un minuto hacia delante y otro hacia atrás, e ir alternando el sentido durante unos 10 o 15 minutos. "Un minuto caminando hacia atrás quema las mismas calorías que tres andando hacia delante", asegura Jack McNamara, profesor de Fisiología Clínica del Ejercicio en la Universidad de East London.

Sin embargo, la cantidad de calorías que se queman con este ejercicio puede variar mucho de una persona a otra. Si lo que quieres es obtener una estimación más precisa de las calorías que consumes, puedes utilizar dispositivos como monitores de actividad física o aplicaciones de seguimiento de ejercicios que tienen en cuenta factores específicos como la intensidad o la duración del ejercicio, la edad, el peso o la condición física de la persona.