Junts + Puigdemont per Catalunya. Podría haber sido un gag de José Mota o un chistecillo de los humoristas gráficos de los diarios del ultramonte mediático. Pero no. Se trata del nombre, convenientemente filtrado en las terminales soberanistas de rigor, de la lista a las elecciones al Parlament catalán que encabezará el president expatriado.

Cuando trascendió, hasta los más creyentes de la causa y simpatizantes del delfín de Artur Mas devenido en líder carismático dejaron escapar algo que no se sabía muy bien si era un suspiro o un bufido. Eso sí, si les preguntan con luz y taquígrafos, asegurarán que es una gran idea y les venderán la moto de que la candidatura rezumante de personalismo ramplón es la releche de la transversalidad. Allá cada cual que escoja libre y voluntariamente adorar santos de aluvión por la peana.

UN PAN CON UNAS HOSTIAS

Conste que escribo esto sin la menor preocupación real por lo que pueda ocurrir el 12 de mayo. Este humilde tecleador censado en uno de los tres territorios de la demarcación autonómica está mucho más centrado en la contienda del 21 de abril. Ahí sí nos jugamos el futuro los habitantes de este trocito pecaminoso del mapa que, anoto al margen, se diría que ya ha dejado de contar como campo de batalla política del conjunto del Estado; con lo que fuimos en su día...

Hecha la inútil aclaración, regreso a la convocatoria electoral catalana, que, según están los números ahora mismo, parece que se va a sustanciar en la imposibilidad metafísica de alcanzar una mayoría suficiente para gobernar.

Que demos por descontado que la victoria en votos y escaños volverá a ser del PSC de Salvador Illa ya debería ser motivo de reflexión (incluso, de contrición) de quienes impulsaron el procés. Seis años y medio después del 1-O, con exilios y penas de cárcel de por medio, no hay mejor definición gráfica de la expresión “hacer un pan con unas hostias” que ir a rebufo de una de las formaciones que apretó el botón nuclear para que se aplicara el artículo 155.

Por lo demás, tanto da que la plancha del líder carismático quede delante o detrás de ERC, si entre ambas no conseguirán acercarse a la mayoría. Y eso duele.