El fenómeno FOMO, fear of missing out, se entiende como el miedo a estar ausente. Está relacionado con la ansiedad que genera el temor a perderse un evento social o cualquier otra experiencia positiva y divertida de la que te enteras, normalmente, a través de las redes sociales.

Ayer la asociación Topagunea presentó en Pamplona una propuesta para establecer una serie de criterios en los que basarse para aumentar el apoyo social al euskera en Navarra y una de las ponentes más jóvenes nombró este fenómeno al hablar de su relación con esta lengua. Yasmine Krhis Maansri, marsellesa de nacimiento y euskaldunberri, contó que cuando al llegó a vivir a Pamplona vio una comunidad activa, de gente que hacía cosas divertidas en euskera y en la que podría encontrar iniciativas muy interesantes y no se lo quiso perder. Esta es, sin duda, una de las claves de la revitalización del euskera: ofrecer algo atractivo que les sirva a las personas para tener mejores relaciones y experiencias sociales, culturales y laborales.

Más de cien personas han estado aportando ideas y reflexiones durante dos años para articular lo que puede ser un nuevo discurso en torno al euskera. Una serie de argumentos que sirvan para hacer frente a quienes dicen que apoyar al euskera es sinónimo de imposición, que es cosa solo de nacionalistas o que es algo inútil porque lo que ahora renta es el inglés y que, al mismo tiempo, nos permitan mostrar que si se está a favor de la convivencia, de la diversidad y del progreso lo coherente es también estar a favor del desarrollo del euskera.

Un trabajo excelente que sienta las bases de lo que podría ser el inicio de una gestión sostenible del multilingüismo en Navarra.