El Ministerio de Consumo ha lanzado esta semana la campaña Pero para sensibilizar y prevenir sobre los riesgos de los juegos de azar. La pieza central es un vídeo musical en el que se ponen de manifiesto las excusas habituales que personas jugadoras suelen utilizar para justificarse y obviar que su consumo puede llegar a convertirse en un problema. De ahí que el lema elegido sea los problemas con el juego siempre empiezan con un ‘pero’. 

Está bien que el ministro Garzón señale en la presentación de esta iniciativa que los problemas con el juego son “una responsabilidad pública y colectiva de primer orden”, porque ya está bien que la carga de la culpa recaiga siempre sobre quien juega y la sentencia se zanje con un “se lo ha buscado”. 

Desde Aralar quisiéramos ampliar el foco de esa campaña y sus peros. Se nos ocurren varios más. 

En Navarra se ha aprobado este año una ley del juego que modifica la anterior ya obsoleta, de hace 16 años, pero aspectos relevantes de la misma, como determinar los sistemas de control de acceso e identificación de personas autoprohibidas y menores, han quedado supeditados a un desarrollo reglamentario, en el plazo máximo de un año, con elecciones y cambio de gobierno de por medio.

La Ley establece límites a la publicidad de empresas de juego, especialmente en patrocinios deportivos, pero Osasuna anunció recientemente que ha firmado un acuerdo con dos empresas de apuestas deportivas en entornos digitales en China y Filipinas. Cumple la ley, claro, porque no se exhibirá en las equipaciones. Se va a ceñir, dicen, al ámbito regional y a la U televisiva, que permite modificar los anunciantes en función del país en el que se emita el partido. Como si eso fuese un obstáculo para que jóvenes osasunistas puedan apostar. 

Alguien debería explicarles a los responsables el club rojillo que el número de nuevos jugadores online menores de 25 años en España ha pasado de un 28% en 2016 a un 48% en 2021.  

Los y las menores tienen prohibido el acceso a todo tipo de juegos de azar, presencial y online, pero en 2021 uno de cada cinco, con edades comprendidas entre los 14 y 18 años, jugaron con dinero. ¿Qué estamos haciendo o dejando de hacer para su protección?

En estos últimos años muchas plataformas vecinales se han movilizado en contra de la instalación de salas de juego y apuestas en barrios y pueblos. En 2021 nuestra comunidad contaba con 72 locales de juego entre bingos, salones y casas de apuestas. Pero, ¿qué hacemos con los 2.002 establecimientos de hostelería en Navarra que tienen máquinas tragaperras y los 860 que cuentan con terminales de apuestas, sin ningún control de acceso por el momento?

Finalmente, ya han llegado los turrones a las grandes superficies, y, como cada año, existe gran expectación sobre el anuncio de la lotería. El Estado hace una inversión, seguro que no pequeña, para animarnos a comprar cuantos más décimos del gordo mejor. Pero esto “no es juego, es tradición” ¿no?. Bueno, pues en la Comunidad Foral el 51% de la cantidad jugada en 2021 corresponde a juegos de gestión pública -Loterías y Apuestas del Estado y la ONCE-. Pero de eso no se habla. 

Aquí tiene el ministerio unos cuantos peros más, por si decide hacer una segunda parte de la campaña. 

*La autora es coordinadora de la Asociación Aralar de Ayuda y Prevención de la Ludopatía en Navarra