Un buen lema para estos tiempos. Al menos mientras llevas a cabo lo de no pensar, no sufres. Y luego si te mueres no pasa nada. Ha pasado mucho tiempo desde que me publicaron aquella carta de título Me siento indefensa y el título podría ser el mismo.

En estos seis meses, un grupo cada vez más numeroso de gente de este barrio nos hemos movido redactando alegaciones ante el proyecto de parking de la calle Sangüesa, haciendo concentraciones contra el mismo, informando a comerciantes y vecinos de lo absurdo de esa obra en estos tiempos y, sobre todo, buscando una solución racional al problema de aparcamiento. Pero por lo visto las razones son diferentes para unas personas o para otras. Para el vecindario, lo razonable es conservar el singular arbolado de esta zona, una auténtica isla contra el calor, y el único lugar del Ensanche con estas características.

También nos parece razonable que se dedique la zona azul a residentes y que se ofrezcan plazas a precios razonables en los múltiples parkings circundantes. También se puede restringir la circulación en el Ensanche para que el aire no esté tan contaminado. Como en las ciudades más adelantadas que la nuestra.

Todo vecindario con el que hemos hablado se muestra descontento con un cambio tan grande en una zona arbolada. Muchos aún no se creen que esto vaya a ocurrir. Pero las razones de los poderes son otras.

La primera consiste en no contestar ni en tiempo ni en forma a las alegaciones. En cada escrito de alegación nos preguntaban cómo queríamos la respuesta, si por correo ordinario o electrónico. Lo razonable para ellos ha sido contestar fuera del tiempo en un tablón de anuncios exponiendo nuestros datos personales a todo el mundo. Otra razón que en un principio se nos escapa es la de los apartamentos de lujo. Ahora se compran viviendas antiguas en este barrio, se tiran por dentro y se reforman hasta transformarlas en unos apartamentos que no serán de lujo si no tienen parking.

Hemos estado sufriendo con ansiedad las carreras del Ayuntamiento para dar paso al proyecto antes de ser sustituido por la nueva corporación. Y aún hubo un momento en que nos dijeron que iban a revitalizar la plaza de la Cruz. Ahora algunos sugieren una supermanzana. No se rían de nosotros, ¡por favor!

Este es el momento en que ya hemos llegado al límite. Y a mí particularmente, todas esas personas a las que he tenido que escuchar tantas sinrazones, me parece que han recibido cerebro por error.