Un país donde puede ganar las elecciones un personaje que, aun teniendo cara de monaguillo que lleva el estandarte en la procesión, ha compartido navegación y merienda con un narcotraficante declarado.

Un país donde puede ganar las elecciones un partido corrupto, todavía metido en procedimientos judiciales por corrupción de un montón de sus miembros.

Un país donde puede ganar las elecciones el jefe de un partido que gobernó con un ministro de Interior que controlaba y dirigía una policía política que se dedicaba a espiar a políticos, bajo la supervisión de un ángel de la guarda y una virgen condecorada por el propio ministro, que sigue libre.

Un país donde puede ganar las elecciones un partido político apoyado por la extrema derecha, que niega la mayor parte de los derechos sociales conseguidos, a cambio de cargos y prebendas.

Un país donde puede ganar las elecciones un partido apoyado por la extrema derecha, que apunta con el dedo a la cultura amenazándola con el arma de la censura pura y dura, coreada con los aplausos y el concurso de los medios afines…

Un país donde esa extrema derecha ya amenaza con recortar las pensiones, eliminar la memoria y entrar en la educación, además de centralizarlo todo.

Un país así no va a ser nunca mi país. Aunque viva en él.

¡¡¡Hagamos algo antes de que sea demasiado tarde!!! Cuatro años son demasiados años para salir indemnes de semejante chandrío. Cuatro años son demasiados años para salir, siquiera, después.