Miriam Rivas (Pamplona, 28/02/1990) fue una de las jugadoras que vivieron, ante el Granada, el quinto intento de ascenso a Primera División. Como sucediera otras veces, Osasuna se ha quedado a las puertas de lograrlo, pero ello no empaña una temporada en el que las rojillas han hecho historia en la Copa de la Reina. Tras una campaña en la que no ha disfrutado de los minutos que le hubieran gustado, la defensa sólo piensa en recargar las pilas y volver con las ilusiones renovadas.

¿Cómo se encuentra?

–Al final es verdad que todo el equipo se quedó tocado. Sabíamos que era complicado darle la vuelta a este resultado adverso que trajimos de Granada, pero es verdad que este equipo ha sabido sobreponerse de situaciones complicadas, o de sacar partidos que parecían imposibles, por lo que en Tajonar confiábamos de poder darle la vuelta porque el 2-0 nos servía y realmente nos veíamos capaces. Pero es verdad que el partido se complicó, y nos quedamos tocadas. Somos conscientes de que nos vimos superadas en la eliminatoria por el Granada y no te queda otra que darles la enhorabuena y superar este momento, porque son ya muchos años los que llevamos en la pelea y las temporadas son largas, duras. Cuesta al final y es un poco frustrante, y te paras a pensar a ver cuándo llegará nuestro momento. No vamos a tirar la toalla. Pero consideramos que hemos hecho una gran temporada en una liga que no es nada fácil y en frío tratamos de darle valor a lo que hemos hecho. Pero tenemos esa ambición de querer llegar a lo más alto. Es momento de pasar este trance, de cargar pilas y volver a entrenar con la ilusión de volver a estar lo más arriba.

¿Qué se le pasaba por la cabeza cuando terminó el partido?

–Mucha pena, porque teníamos la grada llena. Nos hacía mucha ilusión ver que teníamos el apoyo de nuestra gente, sentimos ese calor de los que nunca fallan, porque la verdad hubo gente. Se llenó la grada y sentimos a ese montón de peques que siempre están ahí dándolo todo. Hemos enganchado a algunos peques que no han dejado de venir cada jornada a Tajonar y acabas con pena de no poder brindarles esa remontada. Les sentimos en las buenas y en las malas y eso nos hace estar orgullosas de la afición que tenemos. Creo que fue un partido que peleamos, no como en Granada, donde ellas fueron muy superiores allí, pero en Tajonar creo que el resultado no refleja lo sucedido en el campo. No entró y una vez que llegan ellas y marcan es un palo duro. Veíamos la posibilidad del 2-0, pero su primer gol mentalmente fue un palo duro. El 0-2 fue muy difícil de digerir y en la segunda parte fue echar el resto, porque este escudo y esta afición lo merecen. Pero mentalmente la cabeza a veces te pasa factura y era complicado gestionarlo.

Habla del aspecto mental. Era su quinto intento de subir a Primera. ¿Qué se le pasa por la cabeza cuando ve que se queda tan cerca y no llega el ascenso?

–Es complicado, porque muchas veces intentan transmitirnos que no nos vengan los fantasmas del pasado, de pensar que otra vez puede no darse. Yo no siento eso durante el transcurso de la liga. Durante los partidos importantes no siento que estemos pensando en lo que sucedió en el pasado. Inevitablemente sabes que llevas muchos años intentándolo y que no se ha dado. Vives ese momento de final de temporada donde se hace duro. Pero cargamos pilas en verano y volvemos con las mismas ganas de pelear por estar en lo más alto. En ese momento, cuando vuelve a suceder, te llevas el palo y sí que es duro. Intentas pelearlo, pero somos conscientes de que el nivel aumenta, de que hay muchos equipos muy fuertes, que apuestan por el fútbol femenino, y hay que darle valor a que hayamos estado ahí arriba. Tenemos esa ambición, sabemos lo difícil que es y no nos queremos conformar, porque queremos llegar a lo máximo. Intentamos darle valor y no venirnos abajo porque esto es una lucha larga, contra muchos equipos, donde el premio solamente se lo llevan dos. Seguiremos insistiendo y estoy segura que con el tiempo iremos sabiendo controlar todas las situaciones y un día llegará.

Es ineludible pensar en el palo por no conseguir el ascenso, como menciona, pero, ¿qué balance hace de una temporada en la que también han vivido momentos bonitos como en la Copa de la Reina?

–La verdad es que ha sido una temporada bonita, no como el año anterior, donde nos eliminaron en primera ronda de Copa. Este año sí que hemos ido pasando rondas, hemos vivido tardes bonitas de fútbol en Tajonar, superando a equipos de Primera como es el Sporting de Huelva, también competimos ante el Athletic, y vivimos una noche bonita, pero a la vez difícil, en El Sadar ante el Barcelona, un rival admirable en el fútbol femenino. Hemos vivido muchas cosas, hemos disfrutado de esos momentos, pero ha sido duro porque la liga nos ha exigido mucho mentalmente. Estábamos en tan poca diferencia de puntos que no podíamos bajar el pistón, porque si fallabas estabas abajo y si enlazabas dos victorias estabas arriba. Ha sido bonito tener una liga bonita en la que no puedes aflojar, pero a la vez ha sido duro. Es de valorar que la liga es cada vez más competida, sube el nivel y está cerca de lo que es la Primera División.

Habla de esa igualdad. Sin ir más lejos, la primera plaza se decide en la última jornada de liga, en la que se dan los resultados de las rivales, pero no el de Osasuna.

–Ahí sí que es verdad que nos llevamos un palo, porque no dependíamos de nosotras. Cualquiera dependía del resto de partidos, que era un caso peculiar. Sabíamos de la dificultad, pensábamos que el Deportivo quizás no iba a fallar, porque era el que más tiempo estuvo arriba en la clasificación. Nosotras íbamos convencidas en sacar nuestro partido, pero el problema viene cuando no lo haces y te das cuenta de que si lo hubieras hecho el ascenso era nuestro. Creo que es cuando más cerca lo hemos tenido, porque ganando nuestro partido hubiéramos subido. Fue más duro por cómo se dio y mentalmente fue un palo. Sí que creo que en ese caso, como el Granada no aspiraba al ascenso directo, creo que llegaron mejor a nuestra eliminatoria. Muchas veces lo hemos pensado, pero no vale la pena machacarse.

Llega verano, momento de cambios y de recargar pilas para volver a ilusionarse

–Nos hubiera encantado alargar dos semanas más la temporada y ahora es necesario cargar pilas y tener esa desconexión para volver a tope porque tenemos ganas de seguir peleando por esto y de disfrutar de lo que supone esta liga tan bonita como dura. Toca desconectar, llegan ciertos cambios, pero sabemos que es cosa del fútbol. Es verdad que en nuestro equipo se suele mantener el bloque, pero al final somos un buen bloque que cualquiera que viene se adapta muy bien y acogemos muy bien a la gente. En pretemporada nos adaptamos muy bien en general.

Uno que ya se ha hecho oficial es el de Kakun Mainz…

–Sí, son ya tres temporadas y en las tres hemos estado rozando el ascenso. Tiene mucho mérito, pero mentalmente exige mucho. Vivimos cosas muy bonitas, pero también es duro y a veces la cabeza se agota y hace falta un cambio de aires. Son decisiones complicadas, entiendo que no es fácil porque han sido tres temporadas intensas.

Cuando volvió de la lesión del ligamento cruzado aseguró que su meta primero era volver a sentirse futbolista para, después, ser una pieza importante. ¿En qué punto se encuentra?

Es verdad que esa lesión fue larga, me apartó mucho tiempo de la competición, que es lo que más deseamos y lo que más nos gusta. He vivido mucho dentro del fútbol y nos gusta sumar dentro y fuera del campo, que es importante, porque hay muchas situaciones en las que hay que estar unidas. Es verdad que al volver no he tenido los minutos que me hubiera gustado y poder haber aportado más desde lo futbolístico. Físicamente me encuentro bien, he vuelto bien y estoy disfrutando. Creo que en cualquier momento que me ha tocado participar he dado lo mejor de mí. Me siento en forma y en cada momento que pueda jugar seguiré intentando aportar al máximo. Me siento bien, he podido volver a sentirme futbolista y he disfrutado de momentos muy bonitos y seguiré trabajando para dar lo mejor de mí.

En ese sentido, empieza desde cero la plantilla con el nuevo entrenador

–Soy una persona con ambición, y me considero muy trabajadora y constante y hay veces en las que hay que tener más paciencia. Anteriormente no me había tocado vivir esta otra parte en la que se aprende mucho y, aunque a veces sea complicado, porque se pasa mal, esta temporada en lo personal ha sido duro por momentos, pero ahora estoy orgullosa de la temporada del equipo, de lo que he podido sumar, y ahora viene un momento de parón, de cargar pilas, que lo necesitamos, y a la vuelta tendré mis ganas de seguir peleando. No tiraré la toalla, así que volveremos con la máxima ilusión e intentaré trabajar al máximo para que pueda disfrutar más si cabe.