Acababa de terminar el encuentro cuando Budimir describió casi mejor que nadie la situación de Osasuna. “Hay que entender el momento que estamos pasando, no es el Osasuna que nos gustaría ver pero...”. El Cisne croata dibujó con sus palabras que la situación rojilla ahora mismo pasa por una crisis como le ha ocurrido otras temporadas (excepto la anterior, obviamente). Jagoba tendrá que aplicar la misma fórmula que le sirvió en otras campañas ya que no es de recibo que el equipo salga a un partido como el del Cádiz con esa actitud horripilante, nefasta. Sin energía, sin ideas con balón y totalmente superado por un rival que tampoco es que ande mucho mejor. 

Alguien dentro de ese vestuario tendrá que coger la voz cantante para que no se vuelva a repetir. El propio Budimir dijo que el míster les dio “un toque” en el descanso y que el equipo, evidentemente, cambió. 

Pero pese a uno de los peores 45 minutos de la época Arrasate, el equipo salió vivo de esa primera mitad y con la reacción posterior los rojillos gozaron de varias oportunidades que salvó Ledesma. También ayudó tener delante un equipo que se pasó unos 50 minutos pensando en acabar el partido en vez de jugarlo.

Luego llegó el penalti. Si coges el reglamento, está bien pitado, pero la realidad es que alguien tiene que dar varias vueltas a esto ya que si esa acción se pita al revés, ahora mismo estaría ardiendo Pamplona y su Comarca. No es una acción que pueda cambiar un partido, pero así fue y a Osasuna también le ha tocado sufrir esta temporada alguna decisión arbitral que nadie entendía. Mal de muchos...

Marcó Budimir y ahí se acabó la chispa de Osasuna. Una pena ya que una victoria sí que hubiese sido un buen punto de inflexión. Pero vista la última jugada, casi que la mejor noticia fue sumar un punto.

Eso y la vuelta de Unai. Y es que no sololas palabras de Budimir dejaron entrever cosas. Antes ya Braulio dejó caer un tema, aunque rápidamente trató de arreglarlo. El mercado de invierno será “tranquilo” y más “con la situación económica en la que estamos”. Luego quiso corregir y habló de la confianza en la plantilla. Pero, más allá de esto, es que no hay un duro.Así que lo mejor es que cada uno de los miembros de la plantilla sume lo máximo posible.