Después de hacer los deberes ante el Almería en Liga, Osasuna aparca la competición doméstica durante las próximas dos semanas y comienza su andadura en la Copa del Rey, competición que tanto ilusionó la pasada temporada tanto a la plantilla, cuerpo técnico y directiva, como a la afición, que en masa acompañó a los rojillos en la fiesta que vivieron en la final en La Cartuja. 

El escenario es el mismo, pero solamente cambia el camino. El feudo sevillano espera a los dos últimos supervivientes de una edición que ya ha dado sorpresas y para la que el conjunto de Jagoba Arrasate debe poner todos los sentidos en su debut en la tercera ronda de la competición, ronda a la que ha accedido por participar en la Supercopa de España, competición que se celebra la próxima semana. Castellón es el inicio y el conjunto albinegro será un hueso duro de roer para los navarros, que guardan grandes recuerdos en Castalia. 

Por esos mismos lares guarda un grato recuerdo la hinchada rojilla. En la temporada 2004/2005 ambos equipos se vieron las caras en debut del torneo copero para los rojillos. Con 0-0 en el marcador, el partido cayó del lado navarro en la tanda de penaltis. Fue el inicio de un camino histórico para aquel conjunto comandado por el mexicano Javier Aguirre, que alcanzaría pocos meses después su primera final, en aquella histórica cita en el Vicente Calderón de Madrid. Castellón fue el principio... como también lo es en esta ocasión. 

Sin embargo, Osasuna, que llega al encuentro después de hacer los deberes y ganar al colista Almería, no desprende la misma ilusión del pasado curso, y tiene en la Copa del Rey una buena oportunidad para reenganchar a la afición. Pese a que el técnico de Berriatua realizará modificaciones en el once y dará oportunidad a los jugadores menos habituales, delante tendrá un equipo que, como ya aseguró su técnico, Dick Schreuder, que llegó al equipo en verano después de ascender a la primera holandesa al Zwolle, que no tiene nada que perder y la buena dinámica ofrecida en el campeonato liguero –es líder de su grupo con 43 puntos, los mismos que figuran en el casillero del Ibiza, y de la categoría, puesto que en el otro grupo nadie ha alcanzado las 40 unidades– unida al estado de ilusión que se ha instalado en Castalia –han ganado en su estadio los 10 encuentros que han disputado entre Liga y Copa– hace que el preparador holandés no se guarde nada y apueste todo a este partido. Es por ello que Jesús de Miguel y Haris Medunjanin apuntan a ser la amenaza ofensiva del equipo. El primero es el máximo goleador del campeonato, con 13 dianas en su casillero, mientras que el bosnio, que está viviendo una segunda juventud a sus 38 años y cuenta con 8 tantos en su haber. Además, el centrocampista ya sabe qué es jugar contra Osasuna, puesto que lo hizo cuando figuraba en las filas del Real Valladolid. 

Así las cosas, y con un estadio a reventar –hay ambiente previo al encuentro– Osasuna deberá demostrar que quiere seguir su curso en la competición y superar en todos los aspectos a un ambicioso Castellón. Pero los rojillos, como es habitual, no estarán solos y un puñado de aficionados acompañarán al equipo en su debut copero, esperando poder alargar este camino lo máximo posible.

Los datos

10 partidos, 10 victorias en casa. El Castellón ha disputado en Castalia diez encuentros esta temporada (9 de Liga y 1 de Copa). Todos ellos los ha ganado.

Rotaciones. Avisó Arrasate en rueda de prensa que el equipo sufirá modificaciones con respecto al último partido liguero.

Unai y el Chimy, fuera. Unai García y Chimy Ávila, con molestias, se cayeron de la convocatoria.

Pasado rojillo. Braulio Vázquez, Santi Castillejo y Pedro Arozarena, miembros pertenecientes a Osasuna, jugaron en su día en el Castellón. Braulio y Castillejo, además, compartieron vestuario en una temporada. 

Partido especial para Óscar Gil. El defensa navarro del Castellón, Óscar Gil, vivirá un partido especial por medirse al equipo de su tierra, como reconoció el día del sorteo.