Con un día frío pero muy soleado, los vecinos y vecinas de Pamplona aprovecharon para dar la bienvenida al Olentzero, quien este domingo al mediodía se ha asomado al balcón del Ayuntamiento de la capital navarra para saludar a los cientos de niños y adultos que se agruparon en la plaza para verle unos minutos sin poder esperar a la kalejira que se celebró a las 18.00 horas. Antes de que el carbonero hiciera su aparición, grandes y pequeños improvisaron jotas al son de los villancicos que cubrieron la plaza consistorial de Pamplona para hacer un poco más amena la espera.

Ha sido a las 13.00 horas cuando, desde el balcón del Ayuntamiento, el grupo de música familiar Pata Punn!! ha presentado por fin al Olentzero, quien ha dedicado unas breves palabras a su público. “Aprovechad la tarde, disfrutad de estos días y de la kalejira, y a lo mejor al llegar a casa os espera algún ‘regalico’. Un beso muy grande para todos y Feliz Navidad, Eguberri on”, anunció el carbonero con el sonido de fondo de unos zanpantzar que, llegar a la plaza y descubrir la presencia del Olentzero, han guardado silencio. Una vez finalizado su discurso, se ha animado a entonar la canción ‘Horra, horra, gure Olentzero’ junto a Pata Punn!! bajo la atenta mirada de toda la plaza. 

La plaza del Ayuntamiento de Pamplona, a rebosar para saludar a Olentzero

La plaza del Ayuntamiento de Pamplona, a rebosar para saludar a Olentzero DIARIO DE NOTICIAS

Ilusión y tradición

Aunque quedaran escasas horas para que el Olentzero recorriera Pamplona, algunos pequeños no han podido esperar para verlo antes de tiempo, como ha reconocido Nahia Echávarri, madrileña de 7 años que va a disfrutar de la Nochebuena en Pamplona, lugar de origen de su madre Beatriz. “En casa nos gusta más el Olentzero que los Reyes Magos porque es más simpático”, apuntó su madre. 

Asimismo, el saludo del Olentzero ha sido el pistoletazo de salida para las primeras Navidades de más de un niño. Fue el caso de Úrsula, de un año, quien lo ha vivido junto a su madre, Laura Miró, de 42, ambas vestidas de caseras de pies a cabeza. “En mi familia nos lo hacemos desde siempre y quiero que mi hija lo aprenda desde pequeñita”, ha asegurado. Y ha sido precisamente la corta edad de Úrsula lo que ha vuelto inviable ir a la kalejira de la tarde con ella. “Hemos venido al mediodía porque la niña es pequeña para mantenerla hasta la 18.00 horas despierta y que aguante con ese frío durante toda la cabalgata”. Así, ese tiempo de la tarde se podrá aprovechar para preparar la cena. “Hoy nos reunimos en mi casa y hay cosas que hacer, pero la mañana puedes disfrutar más del ambiente”, ha añadido. Otras primeras Navidades fueron las de la pequeña Nahia, de casi dos años, quién ha disfrutado con sus padres Maite Gaztesi, de 39 años, y Mikel Izeta, de 41. “La estamos metiendo un poco en el mundillo para que sepa qué es el Olentzero, y está ilusionada por verle, aunque ayer ya le vimos y a la tarde volveremos”, ha apuntadosu padre, vestido, al igual que madre e hija, al completo de caseros, aunque en la familia aún haya debate sobre quién es mejor, si el Olentzero o los Reyes Magos. “En mi casa somos más de Reyes Magos, pero me hace mucha ilusión que la niña lo viva desde el principio con la misma emoción”, ha remarcado su madre. 

Sin embargo, no todos los niños tienen la misma ilusión, como reconoció Saioa, una chilena de 9 años que vio al Olentzero junto a sus padres, Manuel Lira, de 48 años, y Carol Barraza, de 52, en un intento de recuperar un poco esa emoción infantil y, además, conocer mejor la historia y la cultura navarra, como destacó Lira. “Tenemos que transmitirle las tradiciones navarras y chilenas, para que no se pierda ninguna”.  

Así, aunque no todos disfruten igual de las mismas tradiciones, la Navidad regala momentos especiales para que cada niño y adulto las aproveche a su manera

Infografía de la kalejira de Olentzero Maitane Bernabeu