En la calle Pozobalanco, número 16, donde hasta después de Sanfermines estuvo el local de Saint Wich y antes el café-bar El Quixote. Se trata de la nueva propuesta hostelera para el Casco Viejo, con la croqueta como buque insignia.

Este jueves abre CroquetArte, de la mano del hostelero de Berbinzana Jorge Goicoechea. Será su quinto negocio en la actualidad en el centro pamplonés, ya que, además de los que impulsó en su día, ahora mismo sigue estando al frente de La Mandarra de la Ramos, en San Nicolás; La Tortilla y el Bar Aldapa, en Navarrería; y la Huerta del Chicha, en la calle Paulino Caballero.

Interior del local.

Como explica Jorge Goichoecha, impulsor de la idea en 2015 años en Zaragoza, con su socio Jorge Esquej, CroquetArte es un establecimiento que "te ofrece gran variedad de sabores y formatos de croquetas absolutamente exquisitas", hechas, según dice, "de forma artesanal en nuestro obrador". Porque las croquetas, saladas y dulces, se pueden adquirir desde congeladas, hasta rebozadas, sin más, o fritas. Y consumirlas en el local, si se quiere.

Se trata de 17 sabores diferentes, desde los más clásicos como el de jamón o el de boletus, hasta los más originales como el de chipirones en su tinta o el de galleta Oreo con mascarpone. Además, hay opciones sin gluten y dulces para los más golosos, indica.

Croquetas preparadas para freír.

Las croquetas se exponen al público y "se dispensan para llevar a casa en cajas de 6 o de 12 unidades para el tamaño estándar y de 12 o 24 para las croquetas de cocktail". La venta es a peso. "Se pueden freír y que el cliente no tenga más que comérselas, bien en su casa o bien en un envase tipo cucurucho para llevar y comer por la calle".

Goichoechea detalla que en Zaragoza triunfan, no en vano cuenta con tres locales en la calle Coso del centro, el El Tubo y junto a la Romareda.

Fachada de CroquetArte.

CroquetArte va a abrir en horario de 12.00 a 15.30 horas y de 19.30 a 22.30 horas, y hasta las 23.00, los fines de semana. El equipo, además de Jorge, estará formado por cuatro personas. "Tenemos que probar a ver si funciona en Pamplona", dice y añade: "La idea es franquiciarlo y ver si hay gente que se anima a llevar la idea".