Nelson' ha sido inclemente. Los aguaceros que ha traído la borrasca han impedido la celebración en Pamplona de la tradicional procesión del Santo Entierro, acto central de la Semana Santa en la capital navarra. La lluvia ha obligado a suspenderla y ha imposibilitado que los pasos recorrieran este Viernes Santo las calles del casco viejo de la ciudad como estaba previsto.

Organizado por la Hermandad de la Pasión del Señor, a las 19.30 horas se celebró en la Catedral de Pamplona un Vía Crucis con el paso del Cristo Alzado como acto religioso alternativo al desfile de los pasos. La Hermandad invitó a participar a los hermanos y hermanas. Aquellos que lo desearon, además, pudieron acudir entunicados al sobrecogedor recorrido dividido en catorce paradas o estaciones, en cada una de las cuales se conmemora para los creyentes un episodio de la pasión de Cristo.

Tras el Via Crucis, la previsión era trasladar el Cristo Alzado a la sede de la Hermandad, en la calle Dormitaleria13. Antes, a la salida del paso, la Hermandad informó de que se celebraría el Sermón de la Soledad en la Catedral -cuando hay procesión, tiene lugar en la iglesia de San Agustín- para acto seguido proceder al retorno de La Soledad, la imagen más antigua de entre los pasos de la Semana Santa pamplonesa y el único de propiedad municipal, a la Iglesia de San Lorenzo, con imagen y su valioso manto, protegidos de la lluvia por un impermeable de goretex.

Además, la organización decidió que el retorno comenzará por la Navarreria en lugar de por la calles Curia debido a que tiene menos pendiente, lo que reducía el peligro que supone un suelo húmedo y resbaladizo por la lluvia.

Durante los actos, en los que también participó la banda de la Hermandad, que estrenó la obra compuesta exprofeso para la ocasión por Iker Baztan, se pudo ver en los primeros bancos de la Catedral a varios concejales del Ayuntamiento de Pamplona, entre ellos Cristina Ibarrola, María Echavarri, Javier Labairu y Carmen Alba.

Carlos Ciriza, en el centro, en la presentación de las nuevas cruces de la Hermandad de la Paz y Caridad. Patxi Cascante

Antes del Vía Crucis, la Hermandad de la Paz y Caridad presentó unas nuevas cruces diseñadas por el escultor Carlos Ciriza en exclusiva para dicha Hermandad. El acto de tuvo lugar en la Catedral de Pamplona, junto al paso de la imagen de la Virgen Dolorosa, a las 19.00 horas. Al la presentación asistió el escultor Carlos Ciriza y el prior, Eradio Ezpeleta.

Este sábado, la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Pasión celebrará un Vía Crucis por las naves de la Catedral y el Sermón de las Siete Palabras. Las puertas de la Hermandad permanecerán abiertas para que el público pueda visitar los pasos.

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Fotos del Viacrucis Viviente de Andosilla 2024 María San Gil

El mal tiempo obligó a cancelar otras procesiones en Navarra, como la Tudela o Tafalla, que al igual que Pamplona sustituyeron la procesión por otros actos religiosos, sin embargo, sí pudo celebrarse la Pasión Viviente de Andosilla.

Acto del vestido y colocación de La Dolorosa en el paso / UNAI BEROIZ

Patrimonio de la ciudad

La Dolorosa es la imagen más antigua de entre los pasos de la Semana Santa pamplonesa y el único de propiedad municipal. El proceso comenzó al hilo del legado testamentario de 10.000 reales de Sofía Villanueva Armendáriz, pamplonesa residente en Tolosa, que tenía como destino un nuevo manto para La Dolorosa de la iglesia de San Agustín. Esa previsión movió al Ayuntamiento a renovar por completo la imagen, que se le encargó a Rosendo Nobas i Ballbé (Barcelona, 1838-1891), un escultor catalán especializado en imágenes religiosas, retratos y escultura funeraria.

Nuestra Señora de la Soledad es una imagen que tiene talladas cara, manos, tronco y extremidades, aunque esto último no puede verse al encontrarse bajo el manto; todas sus partes son obra del mismo autor, pese a que las piezas se realizaron por separado. En 1883 el Ayuntamiento pagó por ella 200 pesetas, más otras 48 pesetas en concepto de embalaje y transporte desde el taller del escultor.

El manto y la imagen de La Dolorosa: características

El manto original de la figura pertenecía a la casa Roca y Casadevall y costó 9.600 reales. Ese atavío fue sustituido en 1958, aunque los actuales ropajes son obra de las Madres Adoratrices de Pamplona y fueron parcialmente sufragados por suscripción popular. Para salvaguardar telas y bordados y evitar el deterioro del manto, en 2002 se fabricó un impermeable de goretex que cubre la imagen en caso de lluvia, un accesorio que mantienen las Madres Recoletas. Las andas de la imagen también son diseño de Víctor Eusa, en 1927. 

La imagen tiene una altura de 166 cm y pesa casi una tonelada (980 kilos), aunque el paso llega hasta las 1,2 toneladas cuando La Dolorosa se mueve acompañada por las luminarias (torretas). Según consta en los archivos, la imagen ha sido restaurada en cuatro ocasiones: 1973, 1990, 2000 y 2020. En este último año el Consistorio realizó una restauración integral de la talla con la empresa especializada Artres Restauración en la que se limpiaron las partes talladas y se realizó la reintegración volumétrica y cromática de una fina grieta en el rostro y de otras pérdidas de soporte y policromía.