Las alarmas saltaron tras la semifinal del domingo en Bilbao. José Javier Zabaleta reconoció haber pasado problemas. Tenía dudas. 24 horas después y, previo paso por el fisio, está dispuesto a pelear con Aitor Elordi por su cuarta txapela del Campeonato de Parejas el domingo ante Laso-Imaz en el Navarra Arena.

José Javier Zabaleta (Etxarren, 1991) ha disipado las dudas sobre su estado físico. Confirma que será de la partida el domingo en el Navarra Arena

El domingo terminó con ciertas dudas sobre su estado físico y añadió que no sabía cómo iba a llegar a la final del Parejas. ¿Cómo está José Javier Zabaleta ahora?

—Estoy muy cansado. La verdad es que no he descansado mucho. Espero ir recuperándome poco a poco en estos días previos a la final para llegar al partido con más energía. Al final, la semifinal contra Altuna III-Tolosa fue muy dura para mí. Físicamente estaba justo. Fue un partido movido para nosotros porque los rivales jugaron muy bien. Tocó darle más pelotazos malos, así que terminas golpeado y magullado.

Zabaleta: “Si conseguimos la txapela, un trozo será para Tolosa”

¿Cuál era el problema específico?

—El domingo no me encontraba bien de las tripas. Lo noté físicamente. No me encontraba a gusto en la cancha y, además, el gran partido de los contrincantes me perjudicó todavía más.

¿Peligra la presencia de Zabaleta en la final del domingo?

—No. Esta mañana –por la de ayer– he estado con el masajista y me ha tratado las dos manos y el cuerpo y ha sido una sesión buenísima. Estoy muy agradecido y me siento mucho mejor. Espero dormir bien para recuperarme cuanto antes.

Xabier Tolosa se lesionó en el partido clave de semifinales cuando iban ustedes perdiendo por 19-15. Fueron momentos complicados en los que no pudieron siquiera celebrar el pase a la siguiente fase, como es normal dado el golpe sufrido por el compañero. Se le vio emocionado con Tolosa.

—Todos seguimos dando vueltas un poco a lo que sucedió con Xabi. Los pelotaris tenemos un gran cariño a Tolosa. En la empresa Aspe todos los manistas nos llevamos muy bien, nos queremos un montón y nos apoyamos los unos a los otros. Cuando le toca a un compañero una lesión en un instante así, no hay nada que celebrar. Acabamos más pendientes de su dolor que de dónde nos metíamos, en la final del Parejas. A partir de ahora nos toca pensar en Laso e Imaz.

Sí que es cierto que no llega usted al Navarra Arena después de haber completado un encuentro de dominio absoluto.

—Todos los días no son iguales. El domingo me pasó mala factura. Tuve momentos delicados en los que me cansé bastante. En los tantos movidos no estuve tan cómodo como en otras ocasiones. Traté de ayudar a Elordi y seguir peleando cada tanto.

Es una final atípica porque apenas tienen una semana para prepararla, cuando lo tradicional suele ser disponer de dos.

—Siempre hemos tenido quince días. Los días siguientes a la clasificación suelen ser de desconexión y para estar contento con los tuyos, pero este año no hay tiempo. Esperamos descansar y pensar en el domingo.

¿Es bueno o malo disponer de solo siete días?

—Para preparar un partido como este lo mejor es tener quince días. Este año no ha sido así. Se está viendo lo duro que es el Parejas: el domingo se lesionó Tolosa y Laso-Imaz no pudieron jugar por las manos. Un campeonato tan largo te va mermando poco a poco. Todos los pelotaris pasamos problemas.

Ha sido, posiblemente, el pelotari más determinante de todo el Campeonato de Parejas...

—Que la gente o los compañeros te señalen es algo bonito para mí. Son halagos. Si los contrarios me mencionan, significa que estoy haciendo las cosas bien y me respetan. Lo que intento cada día es trabajar lo mejor posible y hacer lo que está en mi mano para rendir a tope, dar el máximo nivel cada fin de semana y, así, pelear por las txapelas como la del domingo en el Navarra Arena.

¿Cómo ha visto a Aitor Elordi?

—Está pletórico. Fíjese, yo estoy destrozado del partido del frontón Bizkaia, ya que físicamente me está costando darle la vuelta, y él está con energía. Aitor demostró ante Altuna III-Tolosa que está a tope. Mantuvo a la pareja de pie. Está contento y con ganas de disputar el partido.

Ha ganado las txapelas del Parejas de 2013, con Juan Martínez de Irujo, 2018, con Joseba Ezkurdia, y 2021, con Danel Elezkano. Puede ser su cuarto título con cuatro delanteros diferentes.

—Serían números muy bonitos, pero no me fijo en si es la quinta final o la cuarta txapela. Me centro en ayudar a Elordi a hacer el mejor partido posible y sumar como pareja. Esperamos darlo todo y quedarnos satisfechos con el trabajo hecho en la final del domingo.

Juegan en el Navarra Arena.

—Por suerte es una cancha en la que hemos jugado Aitor y yo. No demasiado, porque no se juega mucho. Estoy tranquilo porque es un frontón que conocemos.

El último precedente contra Laso e Imaz, de hace un par de sábados, fue para los de Baiko. El campeón hizo un partido terrible y les ganaron por 22-19 en el Labrit. ¿Le dan importancia?

—Cada semana cambia todo. Fíjese en Aitor: entonces en Iruñea no estuvo acertado y el domingo hizo un partido de quitarse la txapela. Nos mantuvo en pie. Es un frontón distinto y espero que el resultado sea diferente para nuestros intereses.

Tolosa es compañero de empresa, así que supongo que pelearán la txapela también por él.

—La verdad es que sí. Aitor también lo ha comentado. Si ganamos, Xabi estará feliz. Si hubiera pasado él, habríamos estado apoyándole. Somos una plantilla muy buena. Seguro que si conseguimos la txapela, un trozo es para él por cómo se ha portado. En especial, conmigo.

Aitor Elordi: “Lo que hace un año veía imposible ahora es realidad”

Aitor Elordi (Mallabia, 1996) logró el domingo el pase a su primera final del Parejas. El vizcaino es el novato de la cita del domingo en el Navarra Arena ante Laso-Imaz

Aitor Elordi (i) y Jose Javier Zabaleta (d), en Eibar. Arnaitz Rubio

Una lesión muscular de Xabier Tolosa, que ayer fue sometido a pruebas médicas, abrió las puertas de la final del Campeonato de Parejas del domingo en el Navarra Arena a Aitor Elordi y José Javier Zabaleta. El mallabitarra, que se estrena en estas lides, confiesa que vivió el desenlace con “tristeza”, pero que conviene no anclarse en el pasado.

El domingo lograron el pase a la final del Parejas tras la lesión de Tolosa. ¿Sintió que no había nada que celebrar?

—Sí. No terminó el partido de la mejor manera posible. No sabíamos qué iba a pasar, si íbamos a ganar o perder. Nadie quiere ver a un compañero así, tan mal. Después del campeonato que ha hecho, que terminara así el partido fue muy triste.

Se le vio tocado emocionalmente.

—Comprendo perfectamente a Tolosa. Zabaleta y Altuna III eran los pelotaris que más experiencia tenían de los cuatro. Xabi y yo éramos los debutantes. Además, Tolosa lleva años luchando por tener una oportunidad como la que tuvo. Me dio una pena terrible que todo se torciera tanto. Pero no queda otra que seguir hacia delante, no te puedes quedar estancado en la pena. Muchas veces cuando una cosa sale mal, otras salen bien. En la semifinal salieron muy mal para Xabi, pero tengo claro que la pelota le va a devolver lo que le quitó. A nosotros nos toca pensar en la final.

Es el momento de pasar página.

—Ese partido queda en el pasado. Ahora lo que tenemos claro es que estamos en la final y no podemos tener en cuenta cómo hemos llegado. Tanto Laso-Imaz como nosotros tenemos merecido estar en el Navarra Arena. Pasó lo que pasó y debemos centrarnos en lo nuestro. Es una oportunidad muy grande y vamos a trabajar por conseguir la txapela.

Acaba el partido de Bilbao y se va a casa. ¿Piensa sobre la final en la cama?

—No. No tuve tiempo de reflexionar. Después de la tensión y la presión, el cuerpo se te queda muy tocado. Me costó un poco dormir. Al llegar a casa vi que no tenía sueño y me puse otra vez el partido. He descansado bastante bien.

Alcanza su primera final en la élite. Se le cuentan hace ocho meses y...

—La verdad es que no lo veía. En Segunda sí que he tenido oportunidad de jugar finales y ganar txapelas, pero viendo la competencia en la delantera de la empresa no veía que pudiera pasar. Aspe estaba dando opciones a otros pelotaris y yo me veía sin ellas. Gracias a un buen Cuatro y Medio, logré la plaza del Parejas tirando todas las puertas. Creo que he respondido bien. Había bastantes dudas sobre cómo iba a hacerlo en un campeonato tan largo, pero vista la exigencia he hecho un Parejas completo, siempre teniendo en cuenta que he jugado con Zabaleta.

“En la semifinal salieron muy mal las cosas para Xabier Tolosa, pero tengo claro que en el futuro la pelota le va a devolver lo que le quitó en el Bizkaia”

Lleva desde 2016 en profesionales, tiempo en el que ha vivido la cara y la cruz del deporte. ¿En algún momento perdió la fe en que podía llegar a estar peleando por una gran txapela y encontrar su hueco en Primera?

—Nunca he tenido pensamientos a tan largo plazo. Habitualmente me he puesto objetivos cortos y asequibles. Eso sí, siempre he pensado en llegar a este nivel algún día. Lo que hace un año veía imposible ahora es realidad. Estoy aquí, disfrutando mucho del momento. El ver que tengo la capacidad de jugar contra los mejores es un chute de adrenalina para seguir trabajando y mejorando.

En la semifinal de Bilbao demostró que no se arruga. En Iruñea no jugó bien, pero dio lo suyo en un partido mucho más comprometido.

—A la mínima, la gente piensa que a los deportistas nos puede la presión. Fíjese, en el primer choque de la liguilla de semifinales, tanto José Javier como yo jugamos muy bien. Y también era un encuentro de presión. Como respondí, no pasó nada. Al fallar en el segundo, se me señaló. De todos modos, yo confiaba en mí y fui capaz de darle la vuelta. Demostré que puedo jugar partidos de categoría.

¿Le dolieron los comentarios sobre usted?

—No. Durante todos estos años si he aprendido una cosa es eso: hay gente que está más para atacar que para defenderte. Al final, la vida deportiva me ha enseñado a confiar al cien por cien en mí mismo y dejar a un lado los comentarios de los demás. Soy duro conmigo mismo. Los comentarios que me puedan afectar me entran por una oreja y salen por la otra. 

Uno se va a haciendo más fuerte psicológicamente con el tiempo, ¿no?

—Sin lugar a dudas. Los que estamos sometidos a tanta presión tenemos los focos encima. Esa presión se nota y hay que saber gestionarlo, pero hay veces que salen las cosas y otras que no. Lo estoy llevando bastante bien y le doy importancia a disfrutar del momento.

3.000 personas llenarán el Navarra Arena de Iruñea. Están recibiendo continuamente notificaciones en sus móviles. ¿Está preparado para lo que implica una final del Parejas?

—En Bilbao había cerca de 2.000 personas en el frontón. Era una situación parecida y la supe gestionar bien. Tengo que tomar la final con la misma mentalidad: ir a mi bola durante la semana y salir a disfrutar del partido.

“Mi vida deportiva me ha enseñado a confiar al cien por cien en mí mismo y dejar a un lado los comentarios de los demás. Soy duro conmigo mismo”

Solamente disponen de una semana de preparación. Va a ir a toda velocidad.

—Cuando uno acaba mal, el poco tiempo es malo, porque no tienes opción de recuperarte, pero yo terminé bien de manos y de físico. Han pasado unas horas de la semifinal y me siento bien.

Lo esencial para usted es no perder la identidad: ser usted mismo.

—Eso es. El partido del Labrit ante Laso-Imaz me vino bien para darme cuenta cuál es la actitud que tengo que tener en la cancha. Nuestra esencia es que Zabaleta domine y que yo me compenetre para ser atrevido como en la liguilla. La clave es disfrutar.