El Juzgado de lo Penal 2 de Pamplona ha dado esta mañana de viernes por concluido el juicio contra cinco responsables de la empresa Valle de Odieta, la firma titular de la macrogranja de vacuno de Caparroso, a los que se acusa de daño medioambiental por los vertidos producidos en una zona de especial protección del río Aragón tras haber regado con digestato sus campos. La empresa no tiene autorización ambiental para regar en altura (con pivots o aspersores) con este residuo, resultante de la biometanización de los purines, y sus responsables se ampararon en su declaración de ayer en que solo estaban efectuando pruebas, durante tres días, en enero de 2021, y que no hubo un vertido directo, sino que el cauce se sobró porque posteriormente llovió en abundancia.
Tanto la Fiscalía como las acusaciones que ejercen las asociaciones ecologistas, Sustrai Erakuntza y Greenpeace, mantuvieron sus calificaciones provisionales. El Ministerio Público solo acusa a dos de los acusados, hermanos e integrantes del Consejo de Administración, por entender que eran los responsables competentes del departamento agrícola de la empresa y por tanto conocedores directos del riego irregular que estaban realizando. Les imputa un delito contra el medio ambiente por imprudencia grave, solicitando para ellos penas de cuatro meses y medio de prisión, ocho meses de multa (20 euros diarios) e inhabilitación para actividades ganaderas.
Las acusaciones populares, ejercidas por la Fundación Sustrai Erakuntza y Greenpeace, amplían la acusación a todos los integrantes del consejo de dirección y elevan la petición de pena hasta los tres años de cárcel, así como a multas de 20 meses a 100 euros diarios y a 3,5 años de inhabilitación. Los procesados no quisieron responder ayer a ninguna de las preguntas formuladas por estas organizaciones.
Ni daños, ni vertido, ni notificación, según la macrogranja
La defensa de los procesados, en síntesis, trató de restar importancia a los vertidos, dijo que no se había constatado ningún daño ambiental en la zona, que fue un hecho puntual descontrolado porque llovió de forma torrencial y que nadie de la Administración se había puesto en contacto con ninguno de los procesados para hacerles partícipes del hecho denunciado. De hecho, alguno de ellos dijo haberse enterado por haber visualizado algún vídeo o comentario en redes sociales. También afirmaron que las decisiones en el departamento agrícola de la empresa las toman entre varios responsables.
La acusación ejercida por Sustrai resaltó que todos los directivos del Consejo conocían lo ocurrido, bien de primera mano porque tomaban las decisiones para ello, o bien por connivencia, por saber lo que ocurría y dejar que ocurriera sin intervenir. Y también les cuestionó por el hecho de que desde 2019 en varios expedientes figuraba la posibilidad de que estuvieran utilizando fertiirrigación con pivots para regar dichas parcelas y los hechos denunciados no sucedieron hasta 2021.
Los vertidos podrían haber afectado a barrancos de la zona y alcanzar incluso el espacio protegido ZEC de los Tramos Bajos de los ríos Aragón y Arga, hábitat de especies en peligro de extinción como el visón europeo, varias especies de murciélagos o el galápago europeo. También se señala la posible afección al entorno del Parque Natural y Reserva de la Biosfera de las Bardenas Reales.