Olatz Arrizabalaga es una mujer previsora. “Ya he pedido cita con el fisio para la semana que viene”, desvela. No es para menos. Sabe que se le avecina un fin de semana de aúpa. Dos finales en dos días. Este sábado viajará hasta Logroño para jugar la del Torneo de San Mateo. Y el domingo, otra kilometrada hasta Hondarribia para afrontar la cita decisiva del II Udako Master Laboral Kutxa Torneoa. “Es duro jugar dos finales seguidas, pero ha cuadrado así. La parte buena es que he llegado a las dos”, se consuela la gernikarra.

Lo más inmediato es lo que le espera este sábado al mediodía (12.00 horas) en el Adarraga. “Me gusta mucho ese frontón y el torneo en general, tengo muchas ganas de jugar ahí”, confiesa. Es entendible, ya que Arrizabalaga ha ganado las dos ediciones celebradas hasta el momento de la competición femenina de San Mateo: en 2021 con Naroa Agirre como zaguera y el año pasado junto a la riojana Andrea Capellán, hija del expelotari profesional Miguel Capellán. “Hay que ir a por el pleno”, apostilla la vizcaina, que en esta ocasión contará con el respaldo de Nora Mendizabal: “Como en anteriores ediciones, tengo una buena compañera. Durante el año jugamos bastantes partidos juntas y nos adaptamos muy bien al juego de cada una”. 

Sus rivales serán Leire Garai y la citada Capellán, que le escoltó en la final de 2022. Arrizabalaga ve una clara evolución en esta dupla: “El año pasado jugaron algún torneo juntas y no se entendían muy bien. Últimamente, en cambio, se están compenetrando y están jugando una barbaridad. Detrás, Capellán atrasa mucho la pelota y eso dificulta mi trabajo, pues hace que yo tenga que dar un paso atrás para ayudar a mi zaguera. Intentaremos que Andrea no coja pelota fácil y que Leire tampoco esté cómoda. Si hacemos nuestro juego, tenemos muchas posibilidades de ganar”.

A la doble campeona de San Mateo no le preocupa que el choque del Adarraga se endurezca y afecte a su rendimiento de cara a la cita del día siguiente. Más bien al contrario: “Prefiero un partido duro. Físicamente supondrá un mayor desgaste, pero si lo gano, iré con más confianza a la final del domingo. Prefiero que las cuatro demos nuestros nivel y que al día siguiente pase lo que tenga que pasar. Al fin y al cabo, estamos acostumbradas a jugar en verano hasta tres o cuatro partidos seguidos”. 

Tras el asalto de la gernikarra a su tercer entorchado en San Mateo, el domingo llega el clásico. En Hondarribia, con motivo de la final del Udako Torneoa (12.00 horas, ETB-1), se enfrentarán una vez más las dos grandes referentes de la mano femenina actual: Olatz Arrizabalaga y Amaia Aldai, ganadora el año pasado con Capellán de la primera edición de la competición estival. “Sobre el papel, va a ser el partido mas duro de los dos. Amaia tiene mucho peligro delante. Ella llegará más fresca y yo tendré que dar más del cien por cien para aguantar en los primeros tantos hasta entrar en juego. Luego, ya veremos por dónde sale cada una. Siempre me motivan mucho las finales contra Amaia, porque si las dos jugamos a nuestro nivel, podemos dar un bonito espectáculo”, destaca Olatz

Detrás, las delanteras vizcainas contarán con dos zagueras guipuzcoanas muy jóvenes. A Aldai la respaldará Uxue Osés, bastante más curtida a sus 18 años que la escudera de Arrizabalaga, Leire Galeano, de solo 16: “Es el primer año que juega en la elite y viene de menos a más, está cogiendo mucha confianza. No es una zaguera que rompa el partido, pero este verano, tras quedar primeras de la liguilla, hemos demostrado que somos regulares. Que ella aguante detrás y el trabajo de delante ya lo haré yo”.

Tras este agitado fin de semana, al que llega “físicamente bien y fresca de juego”, la cuatro veces campeona del Parejas se centrará de lleno en preparar el Individual, su espina clavada: “Me queda pendiente esa txapela y ese será el próximo objetivo”. El año pasado fue precisamente Aldai quien le batió en la final. “Me encontraba bien, pero me quedé con las ganas. Ahora me siento aún mejor de juego. A ver si podemos redondear el año”, concluye Arrizabalaga.