- El PP se hace de rogar a la hora de apoyar expresamente los documentos de los cuatro grupos de trabajo de la Comisión de Reconstrucción tras la crisis de la covid-19, aunque deja una puerta abierta a su enganche cuando las conclusiones lleguen al pleno del Congreso de los Diputados. Durante la semana los populares han ido amagando con un cambio de tono y posición en su actitud frente al Gobierno de Pedro Sánchez, pero de momento el viraje tendrá que esperar. En cualquier caso, el Ejecutivo logró ayer sacar adelante los cuatro documentos de trabajo con el apoyo de Ciudadanos (que apoyó tres de los cuatro textos), a la espera de que el partido de Pablo Casado varíe su decisión cuando se voten en el pleno del Congreso.

Será el próximo 22 de julio cuando el Congreso dé el visto bueno a las propuestas surgidas de este órgano parlamentario, en cuya última sesión ayer los grupos parlamentarios fueron despejando dudas sobre su posición ante los borradores sobre sanidad, economía y Unión Europea y políticas sociales.

Los partidos nacionalistas, independentistas y hasta los regionalistas se mostraron muy críticos con los documentos finales y con el Ejecutivo porque temen injerencias y recentralización de competencias, sobre todo en la sanidad y los servicios sociales.

El PP rechazó finalmente apoyar las conclusiones del grupo de trabajo sobre la UE en la Comisión de Reconstrucción, aunque cree que con “la voluntad” que el PSOE ha tenido durante este tiempo no descarta llegar a un acuerdo antes de que el dictamen definitivo se vote en el pleno. De hecho, las maniobras del PSOE para atraer a los partidos de derecha (excepto Vox que no participa en esta comisión de Reconstrucción), arrastrando en parte a Unidas Podemos, son vistas por los partidos minoritarios como el origen del distanciamiento con los partidos que apoyaron la investidura de Sánchez.

La portavoz del PP en la comisión, Ana Pastor, anunció la abstención de su grupo al acuerdo sanitario y al de la UE, donde había un principio de acuerdo, y el rechazo a los de políticas sociales y economía. Pastor lamentó que no haya sido posible cerrar ese acuerdo del que estaban muy cerca y culparon de ello al PSOE al que criticó que se hayan puesto en manos “de determinadas fuerzas de izquierda radical y de nacionalistas que son destituyentes y reconocen que hay presos políticos”.

El repliegue de los populares llevó a la portavoz socialista, Adriana Lastra, a acusar al PP de convertirse en un “agente de inestabilidad” y en el partido de la “confrontación y la bronca” porque “en lugar de sumarse a todos los demás ha decidido aliarse a la crisis para derrocar al Gobierno”.