El reloj corre y el tiempo de campaña se echa encima sin que la derecha acabe de decidir cómo concurre al próximo ciclo electoral. El proceso de reflexión interna puesto en marcha por Javier Esparza hace más de un año sigue sin conclusiones claras y sin que el presidente de UPN haya fijado todavía una posición. Y sin que la ronda de diálogo anunciada con PP y Ciudadanos haya tenido resultados hasta ahora. Solo una reunión privada entre el líder de UPN y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y un cruce de reproches públicos entre los dirigentes de ambos partidos. “No tenemos ninguna prisa”, fue lo último que apuntó Esparza hace ya más de un mes.

No ha habido novedades desde entonces, al menos que hayan trascendido públicamente. Pero sí se han reafirmado las posiciones previas, de máximos, en uno y otro partido. Descartado Ciudadanos, en proceso de desaparición, el PP aspira a reforzar su presencia en una hipotética coalición con UPN. Tanto en lo que se refiere a la visibilidad de su marca como en el reparto de responsabilidad institucional, ahora mismo claramente infrarrepresentada. De los 20 escaños de Navarra Suma solo dos son del PP.

Con Sayas y Adanero

Así que el PP apuesta fuerte y plantea la negociación desde la convicción de que esta vez UPN tiene más que perder que de ganar en caso de ruptura. Los populares creen que el ciclo político juega a su favor y que tienen opciones de lograr un buen resultado en Navarra en caso de presentarse en solitario.

Así lo están dejando caer en privado, y así lo reflejan también los medios de comunicación con fuentes cerca de la dirección de Feijóo. En ese sentido apunta esta semana precisamente El Periódico de España, que asegura que el PP va a reclamar que los dos diputados expulsados de UPN Sergio Sayas y Carlos García Adanero, formen parte de una posible alianza electoral. Línea roja para UPN, y en especial para Esparza, que todavía no ha perdonado que sus dos excompañeros cuestionaran su autoridad al frente del partido. Una postura de máximos que prueba hasta qué punto el PP se siente fuerte en la negociación.

El acuerdo en cualquier caso se aplaza al menos hasta después del congreso del PPN, previsto para el 4 de diciembre. Con Javier García como único candidato, los populares afrontan un cónclave tranquilo que les permitirá transmitir imagen de unidad. Paso previo para la negociación con UPN, que tampoco se puede demorar mucho más.