El Gobierno vasco y el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, han recordado este viernes, en Vitoria-Gasteiz, a José Humberto Fouz Escobero, Jorge Juan García Carneiro y Fernando Quiroga Veiga, tres jóvenes gallegos desaparecidos en Donibane Lohitzune el 24 de marzo de 1973 y reconocidos como víctimas de desaparición forzada a manos de ETA, para cuyas familias han reivindicado el derecho a la verdad y a conocer el paradero de los cuerpos.

La ceremonia ha sido el primer acto conjunto entre el Gobierno vasco, a través del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora, y el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, y se enmarca en los reconocimientos que el Ejecutivo realiza para recordar a las víctimas del terrorismo y la violencia.

En el acto han intervenido el viceconsejero de Memoria, Derechos Humanos y Cooperación del Gobierno Vasco, José Antonio Rodríguez Ranz, quien ha reiterado el compromiso del Gobierno con la memoria y el reconocimiento de las víctimas, y ha hecho un llamamiento para esclarecer lo sucedido.

Derecho que se esclarezcan los hechos

Por su parte,  director del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez ha recordado que estas tres personas fueron asesinadas por motivos que, en la actualidad, siguen siendo "confusos" y que, "quizá" su muerte estuvo motivada por haberles "confundido con policías".

Domínguez ha afirmado que en la actualidad sigue habiendo al menos "media docena" de personas que tienen información sobre lo ocurrido, por lo que les ha reclamado que, por "humanidad y ante quien quieran y de la forma en que deseen", aporten los datos que puedan disponer sobre el paradero de los cuerpos. De esa forma --ha añadido-- se podrá ayudar a "poner fin a medio siglo de sufrimiento de las familias".

A su vez, el delegado del Gobierno en Euskadi ha denunciado la "ley del silencio" que se ha cernido sobre este caso "en toda su crudeza" y ha censurado la "miseria moral" de quienes han contribuido a esta "macabra cadena de silencio".

Itxaso ha recordado que ETA "no ha admitido jamás" su responsabilidad en este crimen "particularmente execrable y vergonzoso", aunque ha advertido de que el Gobierno central nunca "renunciará" a seguir investigando.

"Repugnante muro de silencio"

Coral Rodríguez, que ha agradecido la celebración de este acto de reconocimiento, ha leído una emotiva carta en memoria de su tío y ha subrayado que aunque "no ha sido fácil", finalmente ha sido posible "derrumbar el repugnante muro de silencio" que ha existido durante años en torno a este caso.

Además, ha lamentando la "maldad sin límite" de quienes hicieron desaparecer a estos tres jóvenes, así como la de los que "jalearon durante años" a los terroristas, y la de aquellos que "todavía hoy callan".

Llamamiento a la izquierda abertzale

En este sentido, se ha dirigido a los miembros de la desaparecida organización terrorista --entre los que ha citado a Josu Urrutikoetxea-- y de la izquierda 'abertzale --como Arnaldo Otegi y Rufi Etxebarria-- para advertirles de que "es la hora de la verdad" y reclamarles que "digan de una vez" dónde se encuentran los cadáveres de estos tres jóvenes.

En la misma línea, el escritor Adolfo García Ortega ha reclamado a quien estuvo "detrás" de ETA y de estos crímenes en concreto que "tenga un poco de conciencia", reconozca lo ocurrido y "asuma su responsabilidad".

Medio siglo

José Humberto Fouz Escobero (28 años), Jorge Juan García Carneiro (23 años) y Fernando Quiroga Veiga (25 años), amigos, vecinos de Irún y de origen gallego, desaparecieron en la zona de Donibane Lohitzune el 24 de marzo de 1973.

A día de hoy se desconoce su paradero y las circunstancias de su desaparición no se han esclarecido. La Cátedra de Derechos Humanos y Poderes Públicos de la UPV-EHU realizó, por encargo del Gobierno Vasco, un informe en el que se recoge la cronología del caso, su recorrido judicial, y las informaciones periodísticas sobre lo sucedido. Además, el informe incluye recomendaciones realizadas por los propios autores del texto.

Entre dichas consideraciones se incluye la necesidad de impulsar la colaboración ciudadana para que puedan "revelarse nuevos datos que permitan saber la verdad de qué pasó y/o al menos de dónde se encuentran los cuerpos" de los tres jóvenes.

Investigación deficiente

El informe también concluye que la investigación llevada a cabo en los estados francés y español fue "muy deficiente desde un principio", sin que hubiera una "mínima cooperación transfronteriza para el esclarecimiento".

Los autores indican, en este sentido, que los hechos no pertenecen al pasado, y que la ausencia de investigación "es una reivindicación de presente que compromete directamente las autoridades competentes y también a la sociedad en su conjunto".