El Gobierno de Navarra trabaja en una reforma fiscal para mitigar el efecto de la inflación en las rentas del trabajo. Sobre la mesa están la deflactación de la tarifa del IRPF para los ejercicios de 2023 y 2024, y un aumento de los mínimos personales y familiares también en el IRPF. Los detalles concretos se conocerán en un par de semanas cuando el Ejecutivo foral presente públicamente la propuesta, pero tendrá una especial incidencia en las rentas medias. “En otros momentos las medidas fiscales han ido dirigidas a las rentas bajas, y seguiremos trabajando en ese sentido, pero es de justicia que las rentas medias vean la repercusión en positivo en su tarifa del IRPF debido a la subida del IPC”, justificó ayer el consejero de Hacienda.

José Luis Arasti compareció tras la sesión ordinaria del Consejo de Gobierno para dar cuenta de la prórroga en los descuentos de los peajes de la AP-15, que Navarra ha optado por mantener con cargo a sus propios presupuesto. Pero aprovechó también para detallar las líneas generales de la futura reforma fiscal. El Parlamento debate precisamente hoy una moción de UPN para reclamar la deflactación del IRPF.

La medida consiste en equiparar los tramos impositivos al incremento de la inflación, de forma que los contribuyentes no tengan que pagar más impuestos con el mismo poder adquisitivo. Una medida que el Gobierno de Chivite ya aprobó para el ejercicio de 2022 (deflactó un 2%), pero que había descartado para este año. En su lugar, aprobó una deducción extraordinaria del IRPF con especial incidencia en las rentas bajas.

El Ejecutivo rectifica en cierto modo aquella decisión y aplicará la deflactación para este ejercicio y el próximo, con efectos retroactivos al 1 de enero de 2023. “Es una medida de justicia, que reducirá el impacto de ese impuesto silencioso que es la inflación y repercutirá en casi la mayoría de la ciudadanía”, señaló ayer Arasti, que considera que tras priorizar la atención fiscal de los sectores más vulnerables, el esfuerzo de Hacienda debe ir dirigido ahora a las rentas medias. “Desde 2020, con la crisis Covid y con la crisis de los precios de la energías, se vio que las rentas bajas estaban sufriendo las consecuencias y se acudió al rescate de esas personas. Ahora es también momento de paliar al resto de rentas. El IPC afecta de igual manera y es de justicia que repercuta en sus bolsillos”, defendió.

Arasti no quiso dar más detalles, pero dejó entrever que la deflactación afectará a todas las rentas. Avanzó además que habrá una nueva mejora en los mínimos personales y familiares del IRPF. Ambas bonificaciones aumentaron un 5% el pasado año, medida a la que se sumaron otros 100 euros en la deducción por mínimo personal para las rentas inferiores a los 30.000 euros. El Gobierno tampoco descarta otro tipo de medidas adicionales, ahora mismo a debate, ni cuantifica su coste presupuestario. “Es pronto aún para poner cifras”, afirmó Arasti, que primero deberá consensuar las medidas con sus socios en el seno del Ejecutivo y después negociarlas en el Parlamento con EH Bildu.

En todo caso, el proyecto de ley de medidas fiscales tendrá un desarrollo previo a la Ley de Presupuestos para que pueda entrar en vigor el 1 de enero. El departamento había expresado su voluntad de aprobar las cuentas públicas para fin de año, pero esa es ya una posibilidad descartada. La interinidad del Gobierno en Madrid, las dudas por los nuevos límites de gasto que debe aprobar la UE y el retraso en la conformación del propio Ejecutivo foral van a propiciar una prórroga presupuestaria “de unos dos meses”, de forma que puedan entrar en vigor el 1 de marzo. “Hacienda está ya con los trámites administrativos”, explicó Arasti, que garantizó que la medida no tendrá mayores implicaciones.

Las medidas fiscales del Gobierno de Navarra

Deflactación de la tarifa. Supone adaptar los tipos impositivos del IRPF al incremento de la inflación, de forma que con el mismo poder adquisitivo no haya que pagar más impuestos. El Gobierno plantea aplicar la medida con efecto retroactivo para 2023 y 2024. 

Mínimos Personales y familiares. Las bonificaciones recogidas en el IRPF se incrementaron en 2022 un 5%. Además, se aprobó una prima adicional de 100 euros para rentas inferiores a 30.000 euros. Actualmente, la deducción por mínimo personal es de 1.021 euros. La deducción por descendiente es de 455 euros por el primer hijo, de 483 euros por el segundo y de 690 euros por el tercero. Por ascendiente es de 249 euros si tiene entre 65 y 75 años y de 551 si es mayor.

Equilibrio presupuestario

Tranquilidad en el Gobierno foral. La Unión Europea tiene previsto recuperar el próximo año las reglas fiscales de estabilidad presupuestaria. No hay por ahora datos oficiales, pero la propuesta inicial del Gobierno de España pasa por limitar al 0,1% del PIB el déficit presupuestario de las comunidades autónomas. Un límite que en la práctica implica un equilibrio presupuestario, pero que no preocupa al Gobierno foral, que ha cerrado los dos últimos ejercicios con superávit y que incluso ha aprovechado para amortizar deuda pública. Y aunque las previsiones del próximo año apuntan a una ralentización de la economía, las perspectivas siguen siendo positivas, por lo que no serán necesarios ajustes de gasto. “Nuestro régimen foral nos permite hacer negociaciones y trataremos que ese mínimo pueda ser mayor, pero lo afrontamos sin preocupación”, afirmó Arasti.