El Parlamento Europeo ha reiterado este jueves su condena de los "intensos contactos" de líderes del independentismo catalán con Rusia, señalando en concreto al expresident Carles Puigdemont, y ha pedido una investigación sobre la injerencia rusa en el contexto del referéndum separatista de octubre de 2017.

En una resolución aprobada con 429 votos a favor, 27 en contra y 48 abstenciones sobre las interferencias rusas en la Eurocámara con la vista puesta en las próximas elecciones europeas de junio, los eurodiputados han denunciado la influencia rusa dentro de la institución apuntando que Moscú compró a eurodiputados "para que difundieran propaganda rusa" y "crearan una red de dependencias a través de partidos políticos europeos que actúan como amplificadores de la propaganda del Kremlin".

Referéndum

Entre los episodios concretos de injerencia rusa que menciona la resolución está la del eurodiputado y expresident de la Generalitat, al que señala por sus contactos con el ex diplomático ruso Nikolai Sadovnikov en vísperas del referéndum del 1 de octubre.

Así las cosas, el Parlamento Europeo condena los "presuntos intensos contactos y las reuniones" entre agentes rusos e independentistas catalanes y pide un estudio al Centro Europeo de Excelencia para la Lucha contra las Amenazas Híbridas de Helsinki.

Igualmente reclama a las autoridades judiciales competentes que investiguen las conexiones de los eurodiputados supuestamente vinculados al Kremlin y los intentos de injerencia rusa en la UE, además de "deplorar todos los ataques contra jueces que investigan cualquier actividad de injerencia".

Tatjana Zdanoka, topo en la Eurocámara

Esta resolución llega después del caso de la eurodiputada letona Tatjana Zdanoka, sancionada por la Eurocámara después de que investigaciones periodísticas revelaran que lleva décadas trabajando para la Inteligencia rusa. Entre otros partidos y líderes que señala la resolución del Parlamento Europeo está Marine Le Pen, en Francia, de quien se destaca sus relaciones económicas con Moscú así como el partido austriaco FPÖ o la ultraderecha alemana AfD de quienes se destacan sus reuniones con el partido de Vladimir Putin.

Respecto a la formación alemana, el texto aprobado por el Parlamento Europeo señala las informaciones que apuntan que Petr Bystron, miembro destacado de AfD, habría aceptado pagos de hasta 25.000 euros para difundir propaganda prorrusa. También señala las recientes acusaciones contra un asistente parlamentario del partido vinculado a una red de espionaje china.

Además, la Eurocámara indica su preocupación por la "política y posiciones del Gobierno húngaro bajo la dirección Viktor Orban", asegurando que asume en numerosas ocasiones "posturas prorrusas y prochinas".