Pese a que todavía estamos en primavera, son muchas las ciudades en las que ya se han registrado temperaturas más propias del verano. Los primeros calores llegan acompañados de cambios bruscos de temperatura y con ellos los temidos golpes de calor. Se trata de una emergencia médica que se produce cuando la temperatura corporal de una persona aumenta y su cuerpo no es capaz de regularla a través de la sudoración.

Los golpes de calor pueden afectar a personas de cualquier edad, aunque los ancianos y los bebés tienen un mayor riesgo de sufrirlos por su dificultad para regular la temperatura corporal. Asimismo, hay situaciones que también elevan el riesgo de padecerlo como es el caso de hacer ejercicio al aire libre en las horas centrales del día, trabajar en la calle, permanecer en el interior de un automóvil al sol o pasar demasiado tiempo en un ambiente cálido sin aire acondicionado y sin agua.

Síntomas

Los síntomas del golpe de calor pueden variar dependiendo de su gravedad, así como de la salud general y de la edad de la persona afectada. Los expertos de TK Home Solutions nos alertan sobre algunos de ellos:

- Temperatura corporal elevada y persistente (con más de 40 grados requiere asistencia médica).

- Piel caliente, enrojecida y seca al tacto (ausencia de sudoración).

- Dolor de cabeza (aumento de la presión por deshidratación).

- Mareos y desmayos (disminución del flujo sanguíneo).

- Fatiga y debilidad (por el aumento de temperatura).

- Náuseas y vómitos.

- Confusión y desorientación.

Una mujer mareada a causa del calor. Freepik

Consejos

Los golpes de calor pueden ser muy peligrosos, por lo que siempre va a ser mejor prevenir que curar. Expertos de TK Home Solutions ofrecen estas pautas para evitarlos:

- Mantener una buena hidratación. Llevar siempre una botella de agua y beber pequeñas cantidades con frecuencia.

- Vestir adecuadamente. Llevar ropa suelta y transpirable, de tejidos ligeros y de colores claros. No olvides el sombrero y las gafas de sol.

- Evitar salir en las horas centrales del día. No estar por la calle entre las 11.00 y las 16.00 horas y si tienes que hacerlo, ir siempre por la sombra.

- Rebajar la temperatura corporal. Una ducha fresca o una toalla húmeda en el cuello o en la frente son buenas opciones.

- Utilizar el aire acondicionado. Si careces de instalación, echa mano de un ventilador.

- Descansar regularmente. Evita el agotamiento por calor y si haces ejercicio o trabajas, haz descansos frecuentes y a la sombra.

- Precaución con niños y mascotas. Nunca dejarlos en un automóvil cerrado ni siquiera por un corto espacio de tiempo, ya que la temperatura en el interior de un coche al sol sube muy rápidamente.

- Vigilar a las personas mayores. Explícales claramente los síntomas del golpe de calor y la importancia de pedir ayuda de inmediato.

- Disminuir o eliminar la práctica deportiva. Si vas a hacerlo, mejor a primera hora de la mañana o a última de la tarde.

Un hombre toma una ducha fresca en la playa en un día de calor. Freepik

Cómo actuar


Ante un golpe de calor es importante saber cómo actuar. En caso de que la persona presente síntomas de confusión, pérdida de conocimiento o convulsiones es imprescindible llamar a los servicios de emergencia. En un primer momento, llevaremos a la persona afectada a un lugar fresco y sombreado para reducir su temperatura corporal. Le daremos a beber pequeños sorbos de agua, le retiraremos o le aflojaremos la ropa necesaria para que se refresque y le aplicaremos compresas de agua tibia en la frente, el cuello, las axilas y la ingle. Por último, si tenemos los conocimientos necesarios, controlaremos sus signos vitales (temperatura corporal, frecuencia cardíaca y respiración) para informar a los servicios médicos a su llegada.