José María Oyón, profesional de la audición desde hace más de 30 años, y con más de una década de experiencia como director de Centro Navarro de la Audición, conoce bien la importancia de la salud auditiva y el papel fundamental de los profesionales de audición.

¿Hay una relación directa entre la salud auditiva y el bienestar emocional?

Quienes conocemos de cerca a personas con pérdida auditiva no tratada adecuadamente sabemos que les afecta muchísimo (¡Y también a quienes les rodean!). A estas personas, su mala capacidad auditiva les “desconecta” de su vida. Como no oyen bien, ya no quieren escuchar. Y por esa desgana, no acuden a profesionales y, en su vida particular, no participan en las conversaciones, rehúyen los encuentros sociales, se aíslan y, además, sufren frustración, ansiedad, mal humor… 

En otra tipología de problemas auditivos que también tratamos, como son los acúfenos o tinnitus, el impacto en su salud emocional o mental puede ser muy grande. Por ejemplo, pueden padecer insomnio por el ruido constante en los oídos que sólo ellos perciben. ¡Y es terrible su nivel de angustia, irritabilidad o malestar!

Pero quienes tienen problemas de audición deben querer escuchar. Especialmente a nosotros: los profesionales de la salud auditiva. Para mejorar hay que ponerse en buenas manos, tener un buen diagnóstico y ser constante en el tratamiento, siguiendo las pautas marcadas para el uso de los audífonos, acudiendo a revisiones, realizando un buen mantenimiento…

¿Qué consecuencias puede tener no querer escuchar?

Es que quien quiere ignorar un problema auditivo debe saber que es sólo la punta del iceberg. En el caso de la pérdida auditiva, tratamos de ser muy didácticos y que la gente comprenda bien los efectos a medio y largo plazo que pueden desencadenarse. El verdadero problema es el deterioro cognitivo que lleva asociado. 

Si nuestro cerebro deja de percibir adecuadamente los sonidos habituales, se ‘desentrena’. Es nuestra manera de decir que va perdiendo agilidad porque no le llega ese estímulo auditivo que le hace trabajar. Y deja de ejecutar correctamente muchas funciones asociadas a la audición, la respuesta rápida a sonidos de alarma, los significados de las palabras pasan a ser confusos, no se formulan preguntas o comentarios porque no se llegan a comprender los temas de las conversaciones o las preguntas... Es algo que nos cuesta imaginar o comprender, porque afecta a funciones cerebrales que nos parecen tan básicas y lógicas a quienes gozamos de una buena salud auditiva. 

¿Y es algo progresivo?

Normalmente sí. Y si la pérdida auditiva es progresiva el perjuicio que genera esa falta de estímulo en el cerebro también lo es. Y hay que tener en cuenta que cada vez atendemos a personas más jóvenes, por lo que los años de avance del problema pueden ser décadas y su alcance muy grande. Así que, no hay que confiarse, ni dejarse llevar por la dejadez o los prejuicios sin sentido porque, quien comienza con síntomas de pérdida auditiva, tiene mucho ganado si enseguida se pone en buenas manos. Sin embargo, cuanto más deje pasar, más se agravará el problema y más tiempo requerirá ir mejorando.

Centro navarro de la audición

  • Fundado en 2012.
  • Sedes en Pamplona y Tafalla.
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  • 9 salas para diagnóstico, atención y tratamiento.
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