Quedan tres días para el inicio de San Fermín y los pamploneses se lanzan a por ropa blanca y roja. “Yo quiero el atuendo completo: pañuelo, pantalón, camiseta y faja”, declaraba con entusiamo Xabier Alegre mientras esperaba en la cola de Ortega, tienda local que arrasa con las ventas en Sanfermines.

La ilusión inunda las calles de Pamplona, repleta de personas que han esperado hasta el último momento para comprar ropa porque “nos ha pillado el toro, nunca mejor dicho”, reía Jon Garde después de no haber logrado encontrar su talla de pantalón en Ortega. La tienda, situada en el número 1 de la Calle Mayor, ofrece todo lo necesario para disfrutar de estas fiestas. Los clientes optan por comprar en Ortega por el “trato cercano y familiar”, según comentaban mientras avanzaba la fila. Francisco Javier Navarro, gerente del establecimiento: “este año está siendo una locura, la gente tiene muchas ganas. ¡Ya ni siquiera nos quedan pantalones!”. En la cola del local los clientes esperaban impacientes su turno; Noelia Escobar, junto a sus amigas, declaraba que “tenemos que renovar vestuario. Estamos todos como locos esperando con ilusión a que lleguen las fiestas. ¡Después de dos años, las expectativas son altísimas!”.

“Esperamos unos Sanfermines a lo grande”. Bajo esta premisa, Maitane Castaño se disponía a comprar camisetas y un par de pañuelos rojos para sus hijos pequeños, Julen y Nahia, que “están emocionadísimos, les hemos enseñado a disfrutar de los Sanfermines desde críos. Al final, el entusiasmo se contagia”. 

Después de dos años sin San Fermín, “la ropa se ha quedado vieja y pequeña. Además, con la pandemia algunos hemos cogido unos kilos de más...”, comentaba Ane Herrera antes de entrar en Numancia, otra de las tiendas locales que tiene preferencia para los pamploneses. Carlos Ollo, gerente del establecimiento, se mostraba muy satisfecho con las ventas. “Sin duda, se está vendiendo mucho más que en 2019. Es una locura, la gente viene a comprar a todas horas”. 

A pesar del entusiasmo y la alegría, tras dos años sin Sanfermines “el 85% de los clientes que vienen a comprar ha engordado. A nadie le vale nada”, continuaba Ollo. Iñigo Mendive, cliente de Numancia, apoyaba las palabras de Ollo: “la ropa está vieja y todo se me ha quedado pequeño. Hay que renovar sí o sí”. Lo cierto es que vendedores y clientes concuerdan en que estos Sanfermines serán “apoteósicos”, como señalaba Ollo, y que, tras tanto tiempo de espera, la ilusión es mayor que nunca.

Dos personas hacen la compra de San Fermín en el híper Leclerc. Javier Bergasa