El escritor y periodista Arturo Pérez-Reverte ha sido autor de una dura crítica hacia el encierro del Pilón de Falces y sus vecinos. Reverte, que acostumbra a ser protagonista de polémicas en Twitter, no ha dudado en dar su opinión sobre el encierro en esta red social.

Esta suelta de vaquillas, un evento declarado Bien de Interés Turístico, que lleva celebrándose desde el siglo XVIII y que se hizo conocido tras la película Ama Lur (1967), que contiene escenas del encierro, atrae durante sus fiestas a miles de visitantes.

Así, ante el vídeo de una de las vacas precipitándose por el barranco el pasado martes día 16 el escritor y periodista, natural de Cartagena, de 70 años de edad, ha comentado: "Estoy seguro de que si a esta gentuza le preguntaras por el nombre de su pueblo te dirían que están orgullosos de él, de sus fiestas y de la madre que los parió... ¿No hay quien acabe con esta infamia? ¿No hay quien les estropee la barbarie anual a estos animales?"

El mensaje, que ya acumula 10.000 'me gusta' y más de 2.000 retuits, ha causado revuelo e indignación entre los vecinos de la localidad al ser llamados "gentuza" y animales".

Además, ha suscitado disparidad de respuestas, tanto de quienes apoyan el tuit como de quienes defienden la fiesta, incluida la del vicepresidente del Gobierno de Navarra Javier Remírez.

Pérez-Reverte no ha vuelto a pronunciarse en la conversación salvo para criticar a uno de los usuarios: "Ya me lo ha dicho este imbécil".

EL ENCIERRO DEL PILÓN

Según los archivos municipales de Falces, ya por el año 1751 se compraban toros para lidiarlos en las fiestas de la localidad. Estos documentos dicen que hasta 1915 los festejos se celebraban siempre con toros de tres o cuatro años. A partir de aquel año los toros se cambian por vaquillas. Lo que sí parece claro es que desde el siglo XVIII, los toros primero, y las vaquillas después, al no existir transporte, se traían a Falces por el monte, para no atravesar la vega del río y así no "incordiar" a los agricultores.

Al llegar a Falces se guardaban las reses en un corral que exista arriba, en la cuesta de la Cabrería. Los falcesinos subían a la cuesta para ver el ganado que se había de lidiar y de paso acompañarlo hasta los corrales del pueblo. Así nace lo que hoy conocemos como el “Encierro del Pilón”. No se celebró oficialmente, tal y como lo conocemos hoy, hasta los años cincuenta.

La difusión del encierro llega con la película Ama Lur, rodada en 1967. Son las primeras imágenes grabadas (minuto 40:51'').

El pilón pertenece a la mitología de la adolescencia de muchos falcesinos, unos tiempos en los que este encierro era tan singular como ahora, solo que entonces no lo parecía, indica el Consistorio. Vacas y hombres bajaban, tal y como siguen haciendo, atropellados desde el monte hacia el casco urbano, en un confluir del rudimento rural y la organización urbana.

Después, corredores, aficionados y prensa cayeron en la cuenta de que era "un espectáculo maravilloso, antiguo, libre y, probablemente único en el mundo", recalca el Ayuntamiento. Así, en los años 80, tanto televisión española con la prensa escrita empiezan a hacerse eco del encierro del Pilón. Aumentó así año tras año el número de visitantes que diariamente se desplazaban a Falces durante las fiestas patronales. Estas se celebran durante una semana a partir del antepenúltimo domingo de agosto. El Pilón está considerada como "una de las manifestaciones más genuinas del sentir taurino de los navarros". La esencia del encierro esta en los 800 metros de cuesta con una gran pendiente, que transcurre al filo de una ladera, con el monte a un lado y al otro un barranco. El firme irregular de la cuesta hace más espectacular y arriesgada la carrera delante de las diez vacas, "motivo principal del éxito de esta carrera".

Vaca y espectadores se despeñan en el tercer encierro del Pilón

Vaca y espectadores se despeñan en el tercer encierro del Pilón