A pesar de lo catastrófico que puede sonar que el ictus sea la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres en España y, además, la primera causa de discapacidad a escala mundial, el director de Adacen, Andrés Ilundáin, explicó cómo “el 90% de los ictus son prevenibles con un adecuado estilo de vida”. 

Visita a la carpa en su primera parada, la plaza del ayuntamiento de Mutilva. Cedida

En Europa, cerca de 780.000 personas sufren cada año un ictus, provocando alguna discapacidad a cerca de 500.000. Estas lesiones pueden llegar a cambiar completamente la forma de vida del paciente. Es por ello que la labor de organizaciones como Adacen se hace tan importante. En primer lugar, por sus campañas de prevención y, en segundo lugar, por sus ayudas a las personas con daño cerebral.

El 90% de los ictus son prevenibles con un adecuado estilo de vida

Andrés Ilundáin - Presidente de Adacen

De cara a concienciar a la población sobre no solo las consecuencias del ictus sino también sobre formas de prevenirlo, comenzando ayer en Mutilva, Adacen irá colocando una carpa en diferentes zonas de Navarra, como por ejemplo en la puerta del Hospital de Navarra o en la del Hospital Reina Sofía de Tudela, hasta el día 28 de octubre, jornada previa al Día Mundial del Ictus

Esta carpa se puede dividir en dos zonas. La primera está dedicada a la difusión, con juegos interactivos para realizar a través de una tableta y también materiales informativos de prevención y detención que han sido proporcionados por el Hospital Universitario de Navarra (HUN) y Adacen. 

Mediante estos juegos y materiales, la intención es que el ciudadano conozca la sintomatología más común del ictus, pues una actuación rápida puede significar desde tener una recuperación total a tener secuelas de por vida o incluso el fallecimiento del sujeto.

María Herrera, neuróloga del Hospital Universitario de Navarra, explicó que “hay síntomas de detección muy claros y en los cuales estamos incidiendo constantemente en esta carpa, cuáles son los síntomas de alerta de un ictus. Que son un trastorno brusco, siempre ocurre de forma brusca, del lenguaje o de la articulación, o de las palabras que se dicen o bruscamente una desviación de una comisura facial o la parálisis de la movilidad o sensibilidad de una parte del cuerpo son síntomas claros de que estamos ante un ictus y hay que acudir rápidamente al hospital”.

Una vez en el hospital, en caso de recibir a un paciente con una sintomatología similar a la explicada por la doctora, se activa el código ictus, dándole una prioridad de tipo dos al paciente, es decir, como dijo Herrera “se le atiende lo antes posible y a continuación le realizan encefalográmas y diferentes pruebas para confirmar que se trata de un ictus”. 

Siempre ocurre de forma brusca

María Herrera - Neurólogo del Hospital Universitario de Navarra

Por otro lado, en la segunda zona se realizan, de forma gratuita, controles de tensión y detección de fibrilación auricular mediante un tensiómetro y un dispositivo de medición del ritmo cardíaco. Estas pruebas responden a cómo la hipertensión y la arritmia son dos de los factores de riesgo más comunes en el ictus. 

Ahora bien, el papel de Adacen no se reduce a esta campaña sino que ellos llevan años ayudando a personas con daño cerebral con, por ejemplo, su Centro de Día con 31 plazas o su Residencia con 9 plazas fijas más una plaza para situaciones de emergencia o respiro familiar. 

El ictus resulta de un problema en la circulación de la sangre en el área cerebral. Puede tratarse tanto de un ictus isquémico (el más común), que sucede cuando una arteria es obstruida y la sangre deja de llegar al cerebro, o de un ictus hemorrágico, que ocurre debido a la rotura de una arteria en esa zona. 

El primero llega a tener, por los datos facilitados por Ilundáin, un 60% de pacientes recuperados, con lesiones breves o incluso sin ninguna. Ahora bien, el ictus hemorrágico tiene un futuro mucho más catastrófico, derivando la mayoría en lesiones severas si no en fallecimiento. 

Y en caso de superar y rehabilitarse del ictus, el paciente puede acudir a Adacen no solo a continuar con la recuperación y adaptar su nuevo estilo de vida al mundo, sino que también puede contar con la ayuda psicológica que ofrece la organización o conocer personas con una situación similar a la suya por medio de Adacen. Ahora mismo le ofrecen asistencia a 317 personas con daño cerebral y a sus familias. 

Pero la campaña no trata sobre difundir las ayudas que pueden ofrecer sino sobre los primeros síntomas y formas de prevenirlo cambiando hábitos y estilo de vida (reduciendo el estrés y el consumo de alcohol, dejando de fumar, haciendo deporte, etc.), pues, a pesar de que se están reduciendo los números de ictus en la población de tercera edad, están aumentando en los jóvenes de entre 40 y 65 años. Adquiriendo mucha importancia entonces la difusión de la relevancia de esta enfermedad y de formas de prevenirla.