Juan, de 38 años, vive en Ansoain, tiene pareja y desde pequeño le han gustado las danzas populares de Navarra. Hasta aquí una historia que puede asemejarse a otras muchas protagonizadas por personas anónimas.

Pero, qué ocurre si se añade que nació y creció en Argentina, que su padre Gonzalo y su madre Claudia le inculcaron la cultura y costumbres navarras y que, a través de la danza, se enamoró y que por ello decidió vivir en el lugar de origen de sus antepasados. Estos datos pueden haber captado la atención para continuar leyendo este relato.

El menor de tres hermanos 

Juan es el menor de tres hermanos, Gonzalo Andrés de 44 años y Victoria de 41 años. Su padre Gonzalo R. Erice preside el Centro Navarro de Mendoza, ubicado a unos mil kilómetros de Buenos Aires. Entre el viernes 9 y sábado 10 de diciembre este centro acogió el Encuentro de Colectividades Navarras, y Juan ayudó a organizarlo junto a su hermana Victoria. Entre los actos de celebración, los asistentes de los centros de Mendoza, Rosario, Buenos Aires y Bolívar disfrutaron de una exhibición de danzas en la calle y en el teatro de esta ciudad, situada en la llanura al este de la cordillera de los Andes y con 1,7 millones de habitantes.

Pasión por la danza

Unos 70 dantzaris de estos centros navarros y de Ortzadar protagonizaron estos bailes. “He sido un fanático de Navarra desde pequeño, he leído la historia de la Comunidad Foral y aprendí danzas regionales desde pequeño. En casa siempre hemos vivido ese sentimiento con intensidad”, cuenta.

Su afición por el baile y Ortzadar propiciaron que Juan cambiara de domicilio de Mendoza a Ansoain, con una distancia de 13.000 kilómetros. “Me enamoré de una dantzari, y decidí marcharme de mi ciudad natal. Fue más fácil tomar esta decisión porque procedía de Navarra”, confiesa entre risas, sin desvelar el nombre de ella. 

En 2004 durante Sanfermines 

Juan ya había viajado hasta Pamplona en 2004 durante los Sanfermines; y en 2005 por el quinto centenario del nacimiento de San Francisco Javier. Su padre escucha emocionado el relato de su hijo, ya que a través de él esta familia ha cumplido con el deseo de los abuelos de Gonzalo que migraron a Argentina en el siglo XIX, regresar a la Comunidad Foral. “Ha volado de casa a un lugar tan querido como Navarra”, manifiesta su padre, con lágrimas en los ojos.

Así que Juan ha cumplido el sueño de sus bisabuelos, oriundos de Unzué. “Mis antepasados con 17 años se marcharon de su pueblo para buscar una oportunidad de vida en Argentina, y construyeron una casa en Mendoza”, manifiesta Juan.

El hijo de Gonzalo y Claudia confiesa que al mostrar su familia tanto amor por Navarra, “las distancias se acortan”. Juan pone en valor las amistades que ha forjado en Ortzadar. “En este viaje, los amigos y amigas de Iruña se han juntado con mi cuadrilla argentina, y ha sido una mezcla de gratas emociones”, remarca. 

Juan participó en la gala de danzas en el Teatro Mendoza, un acto de unión entre los argentinos con antepasados navarros y la propia Comunidad Foral. Y algunos, como Juan han cruzado el charco por amor en la tierra de sus bisabuelos. No se puede pedir más.