El Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O) formará a lo largo de diciembre a 2.600 profesionales de la salud para implementar un protocolo de detección temprana de la violencia de género. El objetivo es ponerlo en marcha en enero de 2024 en las localidades de Pamplona, Tudela y Estella de manera conjunta y lo aplicarán profesionales de medicina, enfermería, matronas, trabajo social y psicología. Hasta ahora se ha realizado una red de actividades de formación y sensibilización en la que han participado 371 profesionales de los cuales 313 fueron mujeres.

Montserrat de la Fuente, jefa de Sección Atención Sociosanitaria, explicó ayer en una jornada celebrada en el Planetario que está a punto de terminar la formación de las 200 personas encargadas a su vez de formar a los profesionales de centros de salud, de la Red de Salud Mental y los CASSyR (Centro de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva) y los CARO (Consultas de Embarazos de Alto Riesgo).

PREVENCIÓN

Se han elegido estos servicios para “abarcar a la mayoría de la población a través de unos recursos comunitarios en la base del sistema”. De este modo, se quedan fuera del protocolo los hospitales “por indicaciones del ministerio”. En los servicios hospitalarios no se va a hacer detección proactiva pero si se detecta riesgo, sí que se realizará una intervención, como se ha actuado hasta ahora. De esta manera el año pasado se detectaron 715 mujeres víctimas de género, 373 en hospitales y 342 en Atención Primaria, según recordó el consejero de Salud, Fernando Domínguez, quien aseguró que “el protocolo pretende ampliar este número de detecciones y prevenir futuros casos”.

El nuevo modo de actuación consiste en la formulación de una serie de preguntas, siempre a solas con la paciente, bajo su consentimiento y respetando sus decisiones. Las preguntas son las siguientes: ¿Cómo definiría su relación de pareja?, ¿cómo resuelven sus discusiones? y ¿en alguna ocasión ha sufrido malos tratos físicos, sexuales o emocionales? En función de las respuestas, los sanitarios adjudicarán una puntuación y de ahí se guiarán por unos formularios para profundizar en la situación.

María Lainez, técnica de trabajo social en Atención Primaria, aseguró que “las mujeres contestan porque ven que somos partícipes” y, en el caso de que no lo hagan, “siembras la semilla para que reflexionen y estén más alerta. También les abres la puerta para que vengan en un futuro si lo necesitan”. La información proporcionada por la paciente se registrará en el historial clínico pero no se subirá a la carpeta de salud para asegurar la privacidad de la paciente. Lainez explicó que los resultados a partir del años que vienen podrán impulsar la creación de un protocolo propio para Atención Primaria.