El popular empresario Raúl Sanz Jiménez, natural de la localidad riojana de Igea, pero residente desde hace años en Cintruénigo y propietario de la Finca Señorío de Rioja, especializada en la comercialización de manzana gourmet, con una central distribuidora en Fitero, murió este pasado jueves a los 74 años en Pamplona en la Clínica Universidad de Navarra. Sanz había sido incluso diputado socialista en el Parlamento de La Rioja en la legislatura de 1983 a 1987.
Sanz fue un destacado empresario que se inició en el sector del mobiliario de cocina a través del grupo Sanz, que tuvo destacada presencia en Cintruénigo y Fitero, y desde hace casi dos décadas se había centrado en la comercialización frutícola, con especialización en manzanas y extensas superficies de terreno en La Rioja y en las faldas de Moncayo para su empresa, Finca Señorío de La Rioja.
La llegada de su empresa a Fitero
Dicha firma era la culminación de un proyecto de cultivo de fruta en alta montaña de gran calidad, tal y como lo definicó el propio empresario cuando llegó a Fitero en 2016. “El consumidor de Finca Señorío de Rioja es un consumidor preocupado por la alimentación, que ama el producto, que busca calidad y que le gusta la mesa saludable. El que te compra, sabe lo que compra. Conoce el producto. Nuestro producto es especial. Ese es nuestro plus. Y eso se paga”, afirmó el propio Sanz por entonces, cuando invirtió 3,5 millones en las instalaciones navarras.
Principalmente trabajan la manzana, el tomate, las ciruelas y las cerezas, aunque poco a poco van ampliando la gama de frutales y buscando nuevos productos. Distribuyen el producto a nivel nacional e internacional y se encuentran en proceso de expansión a través de grandes cadenas de alimentación.
Finca Señorío de Rioja se afincó en Fitero con un doble objetivo: por un lado, centralizar toda su actividad en un punto geográfico estratégico para la marca, como es Fitero, entre sus dos fincas principales, situadas en Igea (La Rioja) y en Valverde de Ágreda (Soria).
Y por otro, con la idea de buscar el compromiso de agricultores locales y de la zona que quieren entrar la filosofía de calidad que predica la marca. Como dijo el propio Sanz: “Nosotros tenemos los canales. Buscamos pequeños empresarios o emprendedores que al calor de Finca Señorío de Rioja, cultiven y nos sirvan sus productos, siempre bajo los estándares de calidad que exigimos desde la marca. En Fitero, pretendemos apostar por la verdura de su huerta. Creo que ahí hay un nicho de mercado interesante. Verdura de calidad, trabajada, y con facilidades para cocina. Acercar la verdura de la auténtica huerta a los hogares y restaurantes”.
A Raúl Sanz le gusta Fitero, su ubicación en el mapa y la predisposición y el apoyo que recibió desde el consistorio de la localidad. “Llegamos a Fitero con todo: las seleccionadoras de manzanas, cerezas y ciruelas, las cámaras frigoríficas, el centro logístico y las oficinas. Nuestra apuesta por Fitero es total”, afirmó por entonces el empresario que ocupaba al inicio en el polígono industrial de la localidad una nave de 3000 metros cuadrados.
El actual alcalde de Fitero, Miguel Aguirre, recuerda que Sanz es también uno de los principales impulsores de la alianza AgroAlhama, para potenciar los productos de Cintruénigo, Corella y Fitero, y que era un hombre generoso que ponía al servicio del pueblo sus instalaciones de manera gratuita "incluso para hacer cursos de formación que no tenían nada que ver con su actividad. Su fallecimiento ha supuesto una gran conmoción".
Sanz perdió a uno de sus hijos Raúl, de solo 13 años, en un trágico accidente en un camino agrícola en el verano de 2013. Para recordarle, creó el sello Raulito como distintivo de las frutas ecológicas que distribuía, uno de sus productos estrella y mejor cuidados.
