La Policía Foral se encontró el sábado, a las 15.30 horas, al conductor con su vehículo detenido en el arcén de la Autovía del Camino (A-12), a la altura de Cirauqui. Había sufrido una avería, pero les llamó la atención la posición del conductor, que estaba fuera del coche y apoyado sobre sus brazos en la ventanilla del piloto. Fue advertido entonces de que se estaba poniendo en riesgo, debido a la proximidad de su cuerpo con los carriles de circulación.

Al observarle, la patrulla se percató de que el hombre, vecino de Estella de 40 años de edad y de origen ecuatoriano, podía estar influenciado por el alcohol y decidió entonces someterle a las pruebas de etilometría. En la primera arrojó una tasa superior a 1 mg. de alcohol por litro de aire espirado y en la segunda prueba, la válida, dio una tasa de 0,92. No hay que olvidar que la tasa límite es de 0,25, con lo que prácticamente cuadruplicó la tasa legal. Además de ello, el conductor fue sometido a las pruebas de drogas, donde arrojó un resultado positivo en cocaína.

Además, el implicado mintió a la patrulla y les manifestó de inicio que quien conducía el vehículo era su primo cuando en realidad era él quien iba al volante. Ahora será citado próximamente al juzgado de guardia investigado por un delito contra la seguridad vial.