Las Ikastolas están orientadas a la formación de sus alumnos/as para los retos que la sociedad actual y del futuro plantean. Valoran una educación que enseñe a pensar, entender, utilizar lo que se aprende para crear cosas nuevas.

Según explica el director de la Federación de Ikastolas de Navarra, Josu Repáraz, “esto es transformarlo en análisis y creatividad, ayudándoles a concentrarse en lo esencial para que se enfrenten a los imprevisibles cambios o problemas futuros, sin perder el contacto con las personas y las cosas, en ‘escuchar’ y ‘responder’; escuchar a los demás, a la naturaleza y a sí mismos”,

¿Cómo define a las ikastolas asociadas a la Federación Navarra de Ikastolas?

Las ikastolas son centros educativos cooperativos formados por alumnos/as, sus familias y profesionales que se sienten comunidad y que tienen un reto compartido: ofrecer la mejor educación integral a sus alumnos y alumnas. A su vez, son un movimiento al servicio de la sociedad; intentan mejorarla a través de su aportación de innovación educativa, y lo hace con el euskera como lengua vehicular, desarrollando un multilingüismo equilibrado. La red de Ikastolas de Navarra es la única que teje todo el territorio navarro (con toda su diversidad lingüística, cultural …) desde la educación en euskera.

¿Qué valores defiende vuestro proyecto educativo y cómo los integra?

Los valores impregnan los ámbitos de la vida escolar y la dimensión social es fundamental. En la ikastola se potencia el bien común, se aprende a tomar decisiones desde la cooperación y colaboración tomando conciencia de la necesidad de transformar la sociedad para que ésta sea más humana, justa y pacífica. Educar en valores significa vincular y armonizar el cuerpo, la mente y el corazón.

¿Cuál es el papel de las familias dentro del proyecto educativo?

Los padres y madres son parte fundamental de la comunidad. Las familias, a través de diferentes órganos de representación y en colaboración con los profesionales, adoptan las decisiones en los asuntos cruciales de la educación de sus hijos e hijas. Participan en la educación de sus hijos/as y se implican con el profesorado para conseguirlo. Para el alumnado, esta implicación es motivadora y sienten la Ikastola como su segundo hogar.

¿Cuál es el modelo educativo ?

Se desarrollan los cuatro pilares básicos de la educación: aprender a ser, pensar, convivir y hacer. Entendemos el “ser competente” como un conjunto de acciones, actitudes y valores que permiten al niño/a y al joven desarrollar sus potencialidades al máximo y sea un ciudadano crítico, socialmente responsable, democrático y participativo. Intentamos trasmitir la ilusión por el saber, la capacidad de sorpresa y la emoción ante manifestaciones artísticas y descubrimientos científicos.

La educación para nosotros no sólo es una práctica que implica la transmisión de conocimientos y habilidades, sino que también significa la formación de la persona en todas sus dimensiones. Contamos con equipos profesionales estables y comprometidos.

Las ikastolas siempre han sido un referente en la aplicación de metodologías pioneras en el aula ¿en qué consisten?

Las Ikastolas desde su origen han respondido a los retos que la sociedad ha demandado. Fueron las pioneras en implantar la inmersión lingüística en euskera para evitar que la lengua desapareciese, en fomentar la igualdad entre sexos juntando a niños y niñas en las mismas aulas y con un mismo currículum. Aprovechando la autonomía que nos da ser Ikastola, elegimos los programas avalados por la ciencia que mejor se adaptan a nuestra manera de entender la educación.

Así se han implantado el programa KiVa para prevenir e intentar erradicar el bullying y tantos y tantos programas más. Todos estos se pueden llevar a cabo con equipos de maestros/as estables y que cuentan con sólidos planes de formación. Las ikastolas son escuelas abiertas a todos, sin filtros, inclusivas, donde la participación, la cooperación y la solidaridad forman parte de su identidad.