El Gobierno francés decretó este miércoles la disolución de Los Levantamientos de la Tierra, un movimiento ecologista radical al que reprocha acciones violentas en protestas recientes contra embalses y contra una nueva línea de tren entre Lyon y Turín.

El Consejo de Ministros señaló en un decreto que esta red de movimientos surgida oficialmente en marzo de 2021 "incita a la comisión de sabotajes y destrozos materiales, incluso con la violencia" y eso "bajo la cobertura de defender la preservación del medio ambiente".

El portavoz del Gobierno, Olivier Véran, insistió en que con esta prohibición no se está censurando la organización de protestas, para las que aseguró que hay libertad en Francia, sino la violencia.

"El recurso a la violencia no es nunca legítimo", afirmó Véran, quien dijo que los activistas de la asociación se habían distinguido por causar daños materiales y por enfrentamientos con las fuerzas del orden.

Se refirió a la última de sus grandes protestas el pasado sábado contra el proyecto de línea ferroviaria de gran capacidad entre Lyon y Turín por los Alpes, con un túnel de medio centenar de kilómetros e hizo notar que los agentes requisaron "con carácter preventivo" 350 "armas".

"Cuando se va con un arma la intención no es manifestarse", comentó el portavoz del Ejecutivo del presidente francés, Emmanuel Macron.

En esa acción contra el Lyon-Turín, entre 3.000 y 5.000 personas participaron en una concentración que había sido prohibida de antemano por el riesgo de que degenerara y que terminó con enfrentamientos en los que resultaron heridos una docena de policías y gendarmes.

Antes de eso, Los Levantamientos de la Tierra se habían significado de forma particular en dos protestas de miles de personas contra unos embalses para riego que se están construyendo en la localidad de Sainte Soline, en el departamento de Deux Sevrès, en el oeste de Francia.

La primera tuvo lugar en octubre de 2022 y terminó con fuertes altercados y heridos por las dos partes. Con esos precedentes, las autoridades organizaron un dispositivo policial para la segunda, el 23 de marzo, que tampoco pudo evitar que hubiera decenas de heridos y escenas de batalla campal.

El ministro de Interior, Gérald Darmanin, habló para referirse a esos hechos de "ecoterrorismo".

Pero la organización cuenta también con importantes apoyos políticos en la izquierda del espectro político, y más en concreto en La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon, y en los ecologistas.