El Ayuntamiento de Pamplona esta semana está terminando de limpiar el talud arbolado que se tiende entre el paseo de Ronda y la cuesta de Santo Domingo, en su mitad desde los elevadores de Descalzos hacia Corralillos. En seis días de trabajo los servicios de limpieza han recogido 50 bolsas de 50 litros de capacidad de desechos de todo tipo: desde bolsas, botellas y cristales, hasta maletas, ropa o zapatos, basura que con toda probabilidad se lanza desde la parte de arriba. La limpieza de este talud le va a costar a las arcas municipales 6.750 euros y dedicar durante siete días a un equipo de trabajo compuesto por cinco personas.

Este talud es uno de los pulmones verdes de Pamplona porque, además del tapiz vegetal a ras de suelo, está dotado de arbolado de crecimiento espontáneo ya consolidado compuesto por fresnos y arces, principalmente. Además, alberga arbustos, como sauco y trepadoras como hiedra. Ubicado entre dos calles con tránsito humano, es un refugio para animales como distintos tipos de aves (herrerillos, carboneros, petirrojos…), anfibios y reptiles, y ardillas, topillos y otros pequeños roedores, además de murciélagos. Es también un posible punto de apoyo para la recuperación del visón europeo, una especie especialmente protegida que vive en el entorno de los cauces.

Biodiversidad vegetal y faunística

Así, este talud es una pieza que aúna valores como mejorar la biodiversidad vegetal y faunística, contribuir a retirar contaminantes del aire de Pamplona, trabajar contra el efecto invernadero como ‘isla de calor’ y embellecer el recorrido de la trama urbana dando continuidad al paisaje del parque Fluvial. Este talud es también un buen exponente de la llamada “vegetación de muros”, un concepto vinculado en el caso de Pamplona a su patrimonio fortificado declarado Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural, y es, además, el único talud de la ciudad con esas características que está en zona urbanizada (se dispone entre calles).

El Consistorio estos días está tratando la zona desde varios puntos de vista. Por un lado, limpiando los elementos desechado de forma indebida y contraria a la Ordenanza municipal sobre Promoción de conductas cívicas y protección de los espacios públicos que busca proteger los bienes y espacios públicos y todas las instalaciones y elementos que forman parte del patrimonio urbanístico y arquitectónico de la ciudad frente a las agresiones, alteraciones y usos ilícitos de que puedan ser objeto. En su artículo 11.2 establece la prohibición de “Arrojar en las zonas verdes basuras, residuos, piedras, grava o cualquier otro producto que puedan dañarlas o atentar a su estética y buen gusto”, unas conductas que llevan aparejadas sanciones.

Caída de ramas

Por otro lado, el Ayuntamiento está actuando sobre el arbolado en gestión de riesgo buscando, con un desbroce selectivo, evitar la caída o rotura de ramas. Además, los servicios de mantenimiento han retirado ejemplares (brotes) de arbolado que han troceados y acumulado en pequeños montones en la superficie del talud. Son acumulaciones de material de 50 cm a un metro de longitud pensados como “montones refugio” para favorecer la cría de diversas especies de fauna.