La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) ha denegado el toque de queda solicitado por el Gobierno foral entre la 1 y las 6 horas para los municipios en situación de riesgo muy alto por la Covid-19. Otras dos medidas sí han sido autorizadas: la limitación para todo el territorio en el número de personas que pueden reunirse en exteriores, que queda fijado en 10, y la suspensión de kalejiras y pasacalles, comidas populares y festejos taurinos en espacios no catalogados como plazas de toros.

Preguntas y respuestas sobre las nuevas medidas extraordinarias para Navarra de diariodenoticias

En el auto, que puede ser recurrido en casación ante el Tribunal Supremo, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJN considera que el Gobierno de Navarra debería haber identificado a los municipios afectados, así como los datos concretos de contagios en esas localidades. El TSJN estima que tampoco son suficientes los informes policiales que se refieren a la dificultad de control de los macro botellones que se vienen sucediendo como forma actual de ocio nocturno.

El Ejecutivo foral quería que esta medida entrara en vigor en la medianoche del martes al miércoles, entre otras restricciones, y que se mantuvieran al menos hasta el 29 de julio con posibilidad de ser prorrogada, para tratar de frenar el incremento de contagios de Covid-19 que se viene registrando en Navarra desde inicios de mes.

El plan del Gobierno de Navarra era que el toque de queda estuviera en vigor para aquellos municipios con una incidencia mayor de 250 casos por 100.000 habitantes a 14 días y mayor de 125 por 100.000 a 7 días.

Este criterio supondría que el toque de queda afectaría aproximadamente al 80% de los municipios de Navarra y a más del 90% de la población.

"No se ha acompañado ni lista que los identifique ni los datos que han determinado que se encuentren en esa situación de riesgo extremo. Los datos aportados son los relativos al aumento de contagios, a la situación hospitalaria y a la utilización de los servicios asistenciales de UCI y a la vacunación referidos a toda la Comunidad Autónoma, y no a esas concretas localidades que pudieran quedar afectadas por el toque de queda propuesto. Sin esa concreción esta Sala está imposibilitada para realizar el triple juicio antes indicado, es decir, no puede pronunciarse sobre si la limitación del derecho fundamental de libre circulación de los ciudadanos es medida idónea, y sobre todo si es necesaria en el sentido de imprescindible para la finalidad pretendida frente a otras menos gravosas y proporcionada a las circunstancias de esas localidades", sostiene el Tribunal.

"De los informes aportados se desprende que la alta incidencia acumulada que presenta el virus en este momento en Navarra tiene su origen en eventos con múltiples contagios asociados fundamentalmente al ocio nocturno, y la medida permitiría, al impedir la libre circulación, que estos se produjeran en las vías públicas, pero insistimos, los informes aportados no individualizan la situación epidemiológica de cada localidad, como sí ocurría para las perimetraciones municipales autorizadas en otras fases de la pandemia y tampoco son suficientes los informes policiales que se refieren a la dificultad de control de los macro botellones que se vienen sucediendo como forma actual de ocio nocturno porque no permiten conocer si esa dificultad en el control se da en incluso en localidades con poca población que sin embargo sí podrían estar afectadas por la medida propuesta", concluye la Sala.

La nueva Orden Foral contempla asimismo otras dos medidas que sí han sido autorizadas por el TSJN, como la limitación para todo el territorio en el número de personas que pueden reunirse en exteriores, que queda fijado en 10. Además, se suspenden los artículos de la Orden Foral 22/2021 que hacen referencia a la celebración de kalejiras y pasacalles, comidas populares y festejos taurinos en espacios no catalogados como plazas de toros.

El TSJN ya rechazó el pasado mes de mayo, cuando finalizó el estado de alarma, el toque de queda decretado por el Gobierno de Navarra al considerar que no superaba "el canon de necesidad y proporcionalidad".

ÚLTIMOS DATOS DE LA COVID-19

Con la modificación de la Orden Foral del Gobierno se pretendía atajar la tendencia creciente en las cifras de contagios e incidencias detectadas las últimas semanas -con el consiguiente reflejo en los servicios de salud y en las cifras de ocupación hospitalaria-, una subida vinculada al aumento de la movilidad e interacción social en actividades de ocio, al relajamiento de las medidas preventivas individuales, y al impacto de la variante delta, responsable de casi el 90% de los contagios y que presenta una transmisibilidad muy alta.

El Departamento de Salud consideraba que las tres medidas anunciadas son el mínimo imprescindible para intentar recuperar el equilibrio y garantizar la protección de la comunidad, mediante una intervención que, pretende, tenga la mínima afectación posible en la vida social, económica y emocional de la ciudadanía y sectores de Navarra.

La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, confiaba esta mañana en que el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) avalara el toque de queda.

"Yo espero, como la práctica totalidad de las propuestas que hemos hecho al TSJN, que avale las medidas. Es verdad que en algunas comunidades sí se están avalando y en otras no, pero esta ha sido la tónica general y espero que sean avaladas y que las podamos poner en marcha, porque atajan el problema fundamental que nos estamos encontrando en estos momentos", ha indicado, para señalar que primero quiere conocer la decisión del TSJN antes de pronunciarse sobre un posible recurso.

También se ha referido Chivite a la situación del personal sanitario, afirmando que "estamos con numerosos casos, por lo tanto, tenemos que fortalecer todo lo que tiene que ver con el sistema de rastreo, y estamos a tope con las vacunaciones y más del 60% de la población vacunable de Navarra ya tiene la pauta completa". "Hemos hecho un reforzamiento de personal por la campaña de vacunación y llevamos más de un año con la pandemia. Los profesionales sanitarios están a tope y estamos teniendo problemas de escasez de profesionales sanitarios, no solo es una cuestión de las residencias, que también ha salido para la contratación de personal de enfermería, sino en general", ha explicado.