? Las dimensiones del proyecto asustan y eso que no hay proyecto constructivo aún. También asustan los asuntos del bolsillo, que tampoco están definidos todavía. Las "estimaciones básicas", eso sí, nos llevan a cantidades más propias de grandes infraestructuras que aún tenemos en el recuerdo. La solución de la Diputación Foral de Gipuzkoa para acabar con las "constantes retenciones" del nudo de Bazkardo, el enlace de la N-I y la A-15 (Autovía del Urumea) en sentido hacia Gasteiz, podría costar más de 50 millones de euros.

Se trata de una solución integral que va mucho más allá de aligerar las caravanas de quienes vienen de la Autovía del Urumea, ya que además se modificará el trazado para eliminar la puñetera curva y contracurva de la ikastola de Andoain, en la N-I. Y también se ampliará la vía y eliminará la subida de acceso de Inquitex hacia Navarra, donde los vehículos, unos 37.000 al día, tienen que elegir si seguir por la N-I hacia Gasteiz o por la A-15 hacia Iruñea. Ahí es nada. El coste estimado de esta actuación es de 41 millones de euros, a los que sumarían 1,5 millones de indemnizaciones por expropiaciones. Pero no termina ahí la cosa.

Además, se aprovechará para solucionar el problema de los ruidos del tráfico que mortifican a muchos vecinos de Andoain y se modificarán varios accesos del pueblo, lo que creará nuevos viales. El coste de la actuación antirruido, adelantan fuentes forales, sería significativo.

Los más de 50 millones de euros que podría alcanzar el conjunto de esta gran obra son, con todo, una solución low cost frente a otras alternativas ya descartadas tras seis meses de estudio de diferentes alternativas. La diputada de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide, acompañada por el director de Explotación y Planificación, Mikel Uribetxeberria, y el jefe del servicio, Jesús Maguregi, explicó la situación a los vecinos de Andoain el pasado día 22.

Se descarta la opción de construir una variante para el tráfico que baja en sentido norte-sur, de Donostia hacia Gasteiz, debido a su mayor coste: entre 20 y 25 millones de euros más cara que la solución seleccionada; y también por su mayor impacto medioambiental, ya que obliga a realizar desmontes de hasta 40 metros.

El estudio de alternativas iniciado en enero ha determinado, tras seis meses de análisis, cuál será la solución a desarrollar: aprovechar la actual plataforma, en vez de construir otra variante completamente nueva que desviaría el tráfico al otro lado del río Oria y lo alejaría del pueblo.

Aún así, toca atarse los machos. Para que se hagan una idea, tomaremos como referencia algunas de las actuaciones realizadas en la actual A-636, la autovía Beasain-Bergara. El tramo entre Urretxu y Zumarraga culminado en 2012 costó 36 millones. Y el comprendido entre Urretxu y Antzuola, el que incorpora el túnel del alto de Deskarga, partió con un presupuesto de 68 millones de euros.

La diputada de Infraestructuras, Aintzane Oiarbide, ya adelantó que quizá toda la obra tenga que hacerse por fases y "priorizar". Dio a entender que lo prioritario sería el enlace de las dos vías de alta capacidad (N-I y A-15) en sentido a Gasteiz, donde se generan las colas; y los ruidos; por tanto, quizás tendrán que esperar un poco más la supresión de las curvas de la ikastola y la ampliación del trenzado (el tramo en que las dos vías confluyen) de Sorabilla, hasta la salida de la A-15, que se ampliará desde los 180 metros actuales hasta un "estándar de 600 metros". Una situación que actualmente genera problemas de seguridad vial, explicó Maguregi.

Nada de variantes, ni sucedáneos. La opción descartada, según Oiarbide, "sería una semivariante", porque "solo afecta a los tráficos en un sentido", porque en dirección a Donostia, la N-I mantendría el mismo trazado. "No es la variante que se planteó hace diez años o más, en ambas direcciones. Esa ya la descartamos, porque no es posible abordar un proyecto de 140 millones", dijo, que además chocaría con las cada vez más exigentes normativas medioambientales.

Por todo ello, "hemos optado por la opción de convivencia de la N-I", que pasa por aprovechar la plataforma actual y construir, eso sí, un "largo y complejo viaducto en curva" que dé solución a "las colas que tenemos en Bazkardo". "No es una solución que se vaya a dar de la noche a la mañana. Es una carretera que tiene muchísimo tráfico y las actuaciones no van a ser fáciles ", aclaró la diputada.

"Ahora vamos a empezar con el proyecto de trazado", dijo Oiarbide, y ese documento, ya con muchos detalles de la actuación a realizar, servirá para "avanzar con las tramitaciones" necesarias y acometer luego el proyecto constructivo, que estaría listo para 2023 y permitiría sacar a licitación a mediados de ese año la obra. Un trabajo en el que "tenemos que tener en cuenta la afección al tráfico".

Y no hablamos de cuatro coches y una moto. El enlace de Bazkardo es el punto de mayor tráfico de la red viaria de Gipuzkoa ?no computa la AP-8?, con un tráfico superior a los 70.000 vehículos diarios de media en ambos sentidos. Le siguen la GI-20 en Intxaurrondo (68.000 vehículos diarios), el túnel de Aiete (64.000) y la zona de Capuchinos (GI-636), en Errenteria (60.000).

Según explicó Jesús Maguregi, "la alternativa (elegida) consiste básicamente en salir del túnel de Atorrasagasti, ir a la derecha, hacia el monte y, donde está la actual rotonda, encima de Bazkardo, hacer un viaducto y bajar a la actual plataforma a la altura de (la fábrica de) Sapa".

"El puente actual sobre el río Oria hay que ensancharlo para generar más carriles", precisó; y además, "esta alternativa nos obliga a cerrar la salida de Caravanas (Itsas Mendi)", lo que llevará a "crear otro vial en paralelo por delante de Sapa" y construir un "puentecito" que une el barrio de Calonge con la Cruz Roja, dijo.

https://www.noticiasdegipuzkoa.eus/actualidad/sociedad/2021/08/02/madre-nudos/1131401.html