Un tornado azotó la ciudad alemana de Paderborn, hermanada con Pamplona desde 1992, el pasado viernes 20 de mayo por la tarde, dañando cientos de edificios residenciales y numerosos edificios comerciales. Además, las masas de árboles de la zona del nacedero del río Pader y del parque Riemeke fueron destruidas casi por completo, e innumerables coches resultaron dañados por los escombros.

Jesús B., pamplonés nacido en 1951 y que ha residido en Paderborn desde 1974, ha trabajado ahí como informático y actualmente está jubilado. El 20 de mayo oyó que “las previsiones meteorológicas hablaban de que iba a haber tormenta, granizo y viento huracanado”. A las 16.00 “el cielo se había vuelto oscuro” y una hora después “estaba lloviendo y apareció el tornado”, que causó una trayectoria de destrucción de 300 metros de ancho y cinco kilómetros de largo. 43 personas resultaron heridas, 13 de ellas de gravedad.

El tornado pasó muy cerca de la casa de Jesús, pero ésta no se vio afectada. Cerca de él viven su hija de 40 años, Maite, y su nieto de 11 años, pero su vivienda tampoco sufrió daños.

Zonas afectadas

Jesús vive “a medio kilómetro de la catedral y el ayuntamiento, que forman el centro de la ciudad”. Pasó por ahí con el teniente de alcalde, Dieter Honefogt. “Al ver la mitad de los árboles derribados y el nacedero del río Pader destrozado, a ambos casi se nos saltan las lágrimas”, afirma.

La casa consistorial no sufrió daños. Tampoco la catedral, pero cerca de ésta, el edificio llamado Konrad Martin Haus, donde el personal vinculado a la iglesia ofrecía a los visitantes comida y bebida gratuita, “ha visto morir a sus hayas centenarias”.

Otros edificios religiosos de la ciudad resultaron perjudicados, como el Monasterio de San Miguel, el recientemente renovado Centro Liborianum, el Centro de Educación Católica de Adultos y Familias y el Centro de Medios de Comunicación. El arzobispado de Paderborn prevé que los daños en los edificios eclesiásticos asciendan a entre cinco y diez millones de euros.

El pamplonés cuenta que el temporal también afectó “a una zona industrial y comercial llamada Dören Park”. Él no ha estado ahí desde que ocurrió el suceso, pero ha podido oír que “las empresas ahí situadas se han visto muy perjudicadas”. Añade que “la ciudad debía de tener unos 200.000 árboles, más que los alrededor de 150.000 habitantes de la ciudad”. “Muchos de ellos han sido derribados”, explica. No obstante, el cementerio ahí situado, el más reciente de la ciudad al haberse inaugurado hace 48 años, “no se vio afectado”.

Hermanamiento

Jesús estuvo presente en la firma del Documento de Amistad entre Pamplona y Paderborn el 6 de diciembre de 1992. Revela, a modo de curiosidad, que “se firmó en esa fecha debido al puente foral, porque en esos días los miembros del Ayuntamiento pamplonés tenían más días libres para viajar”.

Jesús ha colaborado asimismo con la Hermandad de Santiago, que reúne a peregrinos de la Ruta Jacobea para que puedan intercambiar sus experiencias, compartir sus pensamientos y profundizar y mantener presentes sus vivencias. La Hermandad, explica “cuenta con 1.400 miembros de toda Alemania” y solía reunirse en asamblea en primavera y otoño. Este año se ha celebrado la primera asamblea desde el inicio de la pandemia covid-19, en la que “se reunieron 32 personas, frente a las cerca de 120 que vienen habitualmente”.

Mensaje de solidaridad

El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, envió el día 24 una misiva a su homólogo en Paderborn, Michael Dreier, mostrando “todo el apoyo y toda la solidaridad de la ciudad de Pamplona” con la ciudad alemana. Asimismo, Maya resaltó el ofrecimiento de la ciudad para colaborar de alguna manera con la población de Paderborn para afrontar la reparación tras estos fenómenos climatológicos que han causado tanta destrucción.