Agentes de la Policía Foral, adscritos al Grupo de Investigación Medioambiental, han identificado el punto de inicio del incendio forestal que se desató la noche del martes en la sierra de Leyre. El origen del fuego parece estar relacionado con los numerosos rayos caídos durante la tarde noche del día 14. Uno de ellos afectó directamente a un pino laricio (pinus nigra), dando origen al incendio forestal. Así se desprende de la inspección ocular realizada ayer, una vez quedó accesible el lugar tras ser sofocadas las llamas.

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Las marcas dejadas por los rayos en los árboles suelen ser helicoidales, recorren el tronco generando un recorrido en espiral. El rayo se desplaza por debajo de la corteza, donde se encuentra el cambium (compuesto por células embrionarias que generan el crecimiento del árbol), con agua silícea que permite un canal de conductividad de la electricidad del rayo a través del árbol. El paso del rayo desprende la corteza a lo largo de su camino, lo que unido a la dirección de las llamas hace pensar a los policías forales intervinientes que ahí precisamente se encuentra el inicio del fuego.

Según informó el Gobierno foral, la evolución "positiva" del incendio de la sierra de Leire había posibilitado este jueves la retirada gradual de los efectivos desplazados por la Unidad Militar de Emergencias.

Asimismo, este jueves regresaron a sus bases los medios aéreos aportados tanto por el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) como por el Gobierno de Aragón, tras haber realizado continuas descargas de agua a lo largo de toda la tarde.

Un bombero de 48 años, perteneciente a la Brigada Helitransportada de Miluze, había resultado herido este jueves, con fractura de tibia y peroné, al descender del helicóptero mientras participaba en la extinción del fuego en la sierra de Leire. Un vehículo todoterreno lo bajó de la ladera y una ambulancia lo trasladó al Hospital Universitario de Navarra.

Por otra parte, los monjes benedictinos y el resto de personas que este jueves fueron evacuadas preventivamente, regresaron sobre las 16,30 horas al Monasterio de Leyre, que ha reabierto la hospedería. Los desalojados permanecieron acogidos en el colegio de los Jesuitas de Javier.