pamplona - No sólo es el corazón de París, sino de toda Francia. La catedral de Notre Dame de París, símbolo de la cultura europea, sufrió ayer un pavoroso incendio que derribó su aguja, de 96 metros, y dos tercios del techo. Los bomberos informaron al filo de la pasada medianoche que la estructura del edificio, cuya construcción comenzó en el siglo XIII y finalizó en el XV, estaba “a salvo y preservada en su conjunto”, una información que tranquilizó al país, ya que tanto los bomberos como el Gobierno francés llegaron a dudar de que la catedral se pudiera salvar. El pesimismo que se respiraba a última hora de la tarde (“No es seguro” que se pueda salvar la catedral de Notre-Dame, decía el ministro del Interior; el riesgo de derrumbe de la torre norte es real si no se consigue apagar el fuego en hora y media, aseguraban los bomberos) desapareció ya entrada la noche, cuando los bomberos confirmaron que la estructura no iba a derrumbarse, aunque el fuego se mantenía.

El terrible incendio se encuentra bajo control, según ha informado el Cuerpo de Bomberos de la capital francesa este martes, que seguirá trabajando en la zona para garantizar la seguridad del templo.

"El fuego se ha extinguido, pero seguiremos supervisando las llamas residuales y enfriando algunas partes que siguen muy calientes", ha explicado a el diario local 'Le Figaro' el portavoz de los bomberos Gabriel Plus.

Los 400 efectivos desplegados en la zona continuarán trabajando para enfriar la estructura de la catedral, que junto a las dos torres se ha salvado después de que la aguja se derrumbara tras ser pasto de las llamas.

Tal y como ha explicado Plus, los bomberos "también se asegurarán de que el fuego no se vuelva a propagar".

El incendio, que comenzó poco antes de las 19.00 de la tarde (hora local) aparentemente de forma accidental, pudo originarse en el techo de la catedral, tal y como han explicado los bomberos.

El secretario de Naciones Unidas, António Guterres, ha expresado tras conocer la noticia que se siente "horrorizado" por lo sucedido a una "joya única del patrimonio mundial que ha reinado París desde el siglo XIV". "Mis pensamientos están con el pueblo y el Gobierno francés", ha manifestado.

A pie de la catedral, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, prometió la reconstrucción y anunció que se lanzará una campaña de recolección de fondos, tanto en Francia como en el extranjero, para ese proyecto. “Lo peor se ha evitado” en el incendio, aunque advirtió que la batalla no se había ha ganado totalmente.

Según los bomberos, unos 500 trabajaron en las primeras horas, el incendio estaba “potencialmente vinculado” a las obras de renovación del edificio, el monumento histórico más visitado de Europa. Con un coste estimado de 6 millones de euros, debían prolongarse hasta 2022 y necesitaron de la instalación de unos enormes andamios que llegaban a 100 metros de altura. La fiscalía ha abierto una investigación para conocer el origen de las llamas, que según los expertos podía estar en el uso de radiales en las obras, aunque según la empresa, sus empleados ya no se encontraban en la catedral cuando comenzó el incendio.

El fuego se declaró cerca de las siete de la tarde hora local (la misma en la España peninsular). Rápidamente, una columna de humo gigantesca se hizo visible desde kilómetros de distancia y al caer la noche las llamas iluminan la Île de la Cité, donde se ubica la catedral y donde viven unas mil personas, que fueron desalojadas, al igual que las que permanecían en la catedral. El servicio de los bateaux-mouches , los famosos barcos turísticos que recorren el Sena, quedó suspendido mientras los turistas observaban impotentes el incendio.

Los bomberos, que utilizaron cañones de agua, tuvieron dificultades para acceder a la catedral, lo que hizo que las llamas se extendieran por todo el armazón que sujeta el techo, que poco a poco fue pasto de las llamas, que también afectaron a algunos arbotantes. La iglesia, una de las joyas del estilo gótico, ya sufrió daños por un incendio en 1871, durante la Comuna de París.

El Ayuntamiento de París inició una operación para intentar salvar todas las obras de arte, según explicó Emmanuel Grégorie, el adjunto a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que lamentó “daños colosales”. No tengo palabras lo suficientemente fuerte para exprimir el dolor que siento frente a Notre-Dame devorada por las llamas. Notre-Dame es París, es toda su historia”, añadió Hidalgo.

Las llamas continuaban siendo visibles en las torres pasada la medianoche.

CONMOCIÓN EN TODO EL MUNDO El grave incendio ha conmocionado al mundo, que no cesa de lamentar con estupor el suceso acaecido a un templo símbolo de París, de Francia, su historia y del mundo católico.

A medianoche el Gobierno francés señaló que la estructura de la catedral "puede haberse salvado", debido al enfriamiento reciente, pero se mostró cauto y prudente ante el devenir de la noche y los trabajos de extinción de este templo construido en 1272.

El presidente Emmanuel Macron, desde los alrededores de Notre Dame, consideró que "lo peor se ha evitado" en el incendio, aunque recordó que "la batalla todavía no se ha ganado totalmente" y proclamó que quería reconstruir la catedral "todos juntos".

Las iglesias cristianas en Tierra Santa manifestaron que rezan por la catedral y expresaron su "solidaridad con la Iglesia en Francia, especialmente durante la Semana Santa", señaló el asesor de líderes de la Iglesia en Tierra Santa, Wadie Abunassar.

El Vaticano recibió con "incredulidad y tristeza" la noticia del "terrible" incendio. El portavoz interino de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, mostró la "cercanía" del Vaticano a los católicos franceses y a los parisinos y aseguró oraciones por los bomberos y todos aquellos que se esfuercen en "hacer lo posible para afrontar esta dramática situación".

"Qué triste espectáculo. Qué horror. Comparto la emoción de la nación francesa, que también es la nuestra", dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien recordó que Notre Dame pertenece a toda la humanidad. "Ha inspirado a tantos escritores, tantos pintores, tantos filósofos, a tantos visitantes venidos de todas partes", consideró.

"Mis pensamientos esta noche están con las personas de Francia y con los servicios de emergencias que luchan contra el terrible incendio en la catedral de Notre Dame", afirmó la primera ministra británica, Theresa May, al igual que la canciller alemana, Angela Merkel, quien dijo sentirse "apenada por esas terribles imágenes".

El rey de España, Felipe VI, se mostró seguro de que la catedral "resurgirá de sus cenizas": "El pueblo francés la reconstruirá, la levantará sin duda de nuevo. Y estaremos ahí; el mundo entero está y estará con Francia".

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, también se mostró compungido: "Es una triste noticia para nuestra historia y nuestro patrimonio cultural universal".

El gobernante de EE.UU., Donald Trump, llegó a sugerir el empleo de aviones cisterna para apagar las llamas. "Tan terrible ver el inmenso incendio en la catedral de Notre Dame en París. A lo mejor, se podrían emplear aviones cisterna para apagarlo ¡Hay que actuar rápido!", señaló.

Sugerencia que no gustó mucho a las autoridades en París, que, a través del secretario de Estado francés del Interior, Laurent Nunez, indicaron que "el lanzamiento de agua desde el aire habría sido extremadamente peligroso".

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, manifestó "su profundo pesar por el terrible incendio que asola uno de los mayores símbolos de la cultura y la espiritualidad cristiana y occidental (...) En este momento sombrío", las oraciones de los brasileños "están con el pueblo francés".

Asimismo, el Museo Nacional de Río de Janeiro, el más antiguo de Brasil y que perdió gran parte de su colección de 20 millones de piezas por un incendio en septiembre pasado, lamentó lo ocurrido y se solidarizó con los franceses.

"Nuestra institución, que vivió (un) episodio semejante en su historia reciente, se solidariza con los franceses en este momento", indicó la entidad.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó de "desgracia para el arte, la cultura y la religión" el incendio y puso a disposición "su apoyo y conocimientos para la reconstrucción que habrá de venir".

Argentina también se manifestó "en este momento tan difícil", al afirmar que "acompaña a la Archidiócesis de París, así como al Gobierno y a todo el pueblo francés, en su desolación y tristeza" tras el incendio del que consideró un "icono religioso" y de "toda la cristiandad".

El jefe del Estado de Bolivia, Evo Morales, expresó su solidaridad con "el hermano pueblo francés y su Gobierno".

En Nueva York, el secretario general de la ONU, António Guterres, se declaró "horrorizado" por las imágenes del incendio de Notre Dame, "una joya única del patrimonio mundial que reina sobre París desde el siglo XIV".

La Agencia de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ofreció su apoyo para la restauración del templo. "La Unesco sigue de cerca la situación y está al lado de Francia para salvaguardar y rehabilitar este patrimonio inestimable", indicó Audrey Azoulay, antigua ministra francesa de Cultura y directora general de la agencia.

El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, mostró su pesar y tristeza: "Sin duda perdemos una de las catedrales más hermosas, patrimonio cultural del mundo que tomó 200 años en construirse. Nuestra solidaridad con el pueblo francés y el Pdte. @EmmanuelMacron", sostuvo.

El gobernante colombiano, Iván Duque, dijo que su país "acompaña en su dolor al pueblo francés, sus autoridades y a la Iglesia".

Mientras el mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega, expresó su solidaridad al papa Francisco por el incendio y destacó que no se puede "ignorar el inmenso significado de esta sagrada estructura, que representa la fuerza de la espiritualidad y de los caminos de la cultura y de la Iglesia durante más de ocho siglos".

También El Salvador lamentó "profundamente la incalculable pérdida causada por el incendio" y manifestó "su solidaridad al pueblo y Gobierno francés, ante este siniestro que ha dañado uno de los más grandes patrimonios arquitectónicos y culturales de la humanidad".

Néstor Popolizio, canciller de Perú, calificó de tragedia el incendio en el monumento parisino, catalogado como patrimonio de la humanidad.

En la misma línea, el Gobierno uruguayo mostró su pesar ante el "lamentable" incendio de la que dijo era "obra maestra de la arquitectura universal".

El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, describió al edificio como un "símbolo de la historia, la cultura y la fe", al expresar su solidaridad por lo ocurrido.

También Guatemala. "Es sin duda una pérdida incalculable para el patrimonio cultural del mundo, nuestra solidaridad con el pueblo y Gobierno francés", aseguró el Ministerio de Relaciones Exteriores.

"Ante incendio en la Catedral de #NotreDame de París, Patrimonio de la Humanidad, llegue nuestra solidaridad al pueblo y el gobierno de #Francia. | #Cuba", señaló el canciller cubano, Bruno Rodríguez, en Twitter.

Y el ministro de Cultura de República Dominicana, Eduardo Selma, dijo que el incendio "ha conmovido al mundo cultural y religioso", y mostró "la solidaridad del Gobierno y del pueblo dominicano a los franceses y a sus autoridades" por lo que calificó como "una tragedia histórica y cultural para la humanidad".