tokio - Los ministros de Energía y Medioambiente del G20 acordaron ayer crear un marco internacional que pida a los países miembros que adopten medidas para reducir el vertido de residuos plásticos al océano. La contaminación marina “es un asunto que requiere acción urgente dado su impacto negativo en los ecosistemas marinos, su subsistencia (...) y potencialmente la salud humana”, señala la declaración adoptada por los ministros. Cada año se producen 300 millones de toneladas de residuos plásticos, de los cuales ocho millones de toneladas acaban en los océanos, según Naciones Unidas (ONU). La adopción de medidas se postula como voluntaria (cada país deberá informar sobre el avance de las mismas), y pese al acuerdo los ministros del G20 no se mostraron en sintonía en todos los temas, como es el caso del cambio climático. El documento adoptado ayer sugiere que los países del G20, a excepción de EEUU, se comprometan a implementar el acuerdo, para mantener el aumento global de las temperaturas por debajo de 2 grados Celsius a finales de siglo para mitigar el impacto climático.

En materia energética, destacaron la necesidad de garantizar un suministro energético estable. El texto señaló la importancia de que exista una “infraestructura energética confiable para evitar interrupciones en el suministro” y haya una “diversificación de fuentes de energía, proveedores y rutas, y la facilitación de mercados abiertos, flexibles, transparentes, competitivos, estables y fiables”. Se espera que estas resoluciones se traten en la cumbre del G20 del 28 y 29 de junio en Osaka. El grupo del G20 está compuesto por Argentina, Australia, Brasil, el Reino Unido, Canadá, China, Francia, Alemania, la India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Arabia Saudí, Sudáfrica, Corea del Sur, Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea. - Efe