Washington - La presidenta de la Cámara Baja de EEUU, la demócrata Nancy Pelosi, anunció ayer que el Congreso iniciará un juicio político contra el mandatario estadounidense, Donald Trump, tras la revelación de que bloqueó fondos de asistencia a Ucrania y de que habría coaccionado a Kiev para que se investigase al exvicepresidente Joe Biden y su familia. “Anuncio que la Cámara de Representantes inicia de manera oficial el proceso de juicio político”, oficializó Pelosi en una declaración a la prensa, después de reunirse con los miembros demócratas de la Cámara de Representantes.

Trump tachó de “caza de brujas” y “basura” el anuncio de la presidenta de la Cámara Baja. “Un día tan importante en las Naciones Unidas, tanto trabajo y tanto éxito, y los demócratas tenían que arruinarlo a propósito y despreciarlo con más basura de la caza de brujas en una noticia de última hora. ¡Muy malo para nuestro país!”, tuiteó Trump desde Nueva York.

Hasta la fecha, la demócrata había sido reticente a lanzar un impeachment contra el presidente porque consideraba que el asunto era demasiado divisivo. Pero tras el último escándalo político que ha puesto en el punto de mira a Trump -la conversación telefónica en la que el mandatario estadounidense habría supuestamente coaccionado al presidente ucranio para que investigase al hijo del exvicepresidente Joe Biden- Pelosi se habría reunido con congresistas demócratas moderados que creen que el mandatario ha podido cruzar una frontera infranqueable si usó su poder para presionar a un líder extranjero con el fin último de perjudicar a un rival político.

“Si ese fuese el caso, en el que el presidente de Estados Unidos le pide a un Gobierno extranjero que lo ayude de alguna manera para conseguir puntos políticos, eso sería incorrecto”, dijo Pelosi al ser preguntada sobre si iniciaría un proceso de destitución, en el marco del The Atlantic Festival, un evento sobre política que se celebra estos días en Washington.

La líder demócrata cuenta con al menos 218 apoyos, la mayoría simple, de la Cámara de Representantes para iniciar el procedimiento. No obstante, la mayoría republicana en el Senado, que debe también aprobarlo, supone que la iniciativa no saldría adelante. Varios aspirantes demócratas a la candidatura para la Casa Blanca en 2020, que compiten por la nominación con Biden, habían reiterado que es hora de abrir un juicio político contra Trump, como es el caso de las senadoras Elizabeth Warren y Kamala Harris.

Para añadir confusión, el mandatario ha modificado su primera versión, en la que negó que bloquease fondos para Ucrania, y aseguró ayer que lo hizo de manera temporal para forzar a países europeos, como Francia y Alemania, a que proporcionasen más fondos a Kiev. “¿Por qué solo Estados Unidos está poniendo dinero? Y, por cierto, pagamos ese dinero. Pero siempre me pregunto por qué otros países, especialmente en Europa, no están proporcionando ayuda a Ucrania”, dijo Trump a su llegada a la sede de Naciones Unidas donde participa en la Asamblea General del organismo.

Más tarde, el mandatario anunció que divulgará hoy la “transcripción completa” y “desclasificada” de su llamada con su homólogo ucraniano, Vladímir Zelenski, ante las acusaciones de que podría haberle presionado para investigar a Biden.

“Si permitimos que un presidente se salga con la suya al destruir la Constitución de los Estados Unidos, eso permanecerá para siempre”, reflexionó el aspirante demócrata.

En una serie de mensajes en su cuenta en la red social Twitter, Trump ha sostenido que “podrá verse que es una llamada muy amistosa y totalmente apropiada”. “No hubo presiones y, al contrario que Joe Biden y su hijo, no hubo quid pro quo”, ha subrayado.

“Esto no es más que una continuación de la mayor y más destructiva caza de brujas de todos los tiempos”, ha manifestado el mandatario de Estados Unidos.

Según han publicado varios medios, Trump pidió en dicha conversación a Zelenski que investigara si Biden, favorito en las primarias del Partido Demócrata las elecciones de 2020, había presionado a Ucrania durante su etapa como vicepresidente para que no se examinase una operación empresarial que afectaba a su hijo Hunter.

Las autoridades de Ucrania defendieron el lunes la transparencia de todas las investigaciones que llevan a cabo, a raíz de la polémica generada en Estados Unidos por la llamada. Un asesor del mandatario ucraniano, Andriy Yermak, ha asegurado al portal lb.ua que ya le transmitió al abogado de Trump, Rudolph Giuliani, que cualquier pesquisa se haría conforme a la ley.

“Podemos garantizar que nuestro mandato, todas las investigaciones se realizarán de forma transparente”, alegó.

8 veces

El pasado viernes el periódico The Wall Street Journal publicó que Trump llegó a pedir hasta ocho veces a Zelenski que trabajara con su abogado personal para investigar a Hunter Biden, hijo de Joe Biden, al que acusa de corrupción en Ucrania.

400 millones

El lunes, The Washington Post publicó que Trump ordenó a su jefe de Gabinete, Mick Mulvaney, bloquear pagos de casi 400 millones de dólares a Ucrania antes de hablar con Zelenski y fueron transferidos a Ucrania el pasado 11 de septiembre.

SE ABRE LA CAJA DE LOS TRUENOS El Partido Demócrata se había mostrado dividido en estos últimos meses, con un sector más combativo que reclamaba a gritos el 'impeachment' y un ala más moderada, liderada por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, que se había mostrado más cauta ante el que sería el cuarto inicio de un juicio político en la historia de Estados Unidos.

La gota que ha colmado el vaso cayó el 25 de julio, cuando Trump habló por teléfono con su homólogo de Ucrania, Volodimir Zelenski. Parte del contenido de esta llamada hizo saltar las alarmas de un miembro de la Inteligencia que advirtió de una posible presión inaceptable por parte del mandatario norteamericano, según las filtraciones de los últimos días.

A la espera de conocer el contenido exacto de la llamada, Trump sí ha reconocido que habló con Zelenski del exvicepresidente Joe Biden y de su hijo, Hunter, aunque no se ha referido al alcance de la conversación y si, como apuntan varios medios, pidió que se examinasen presuntas irregularidades bajo la amenaza velada de una reducción de la ayuda a Ucrania.

Pelosi extrajo de las declaraciones de Trump que este "ha admitido que pidió al presidente de Ucrania que llevara a cabo acciones que le beneficiaran políticamente", lo que podría suponer una violación "grave" de la Constitución. "Las acciones de la Presidencia Trump han revelado el hecho deshonesto de la traición del presidente a su jura del cargo, una traición a la seguridad nacional y a la integridad de las elecciones", subrayó.

La jefa de la Cámara de Representantes, la tercera autoridad del país por debajo del presidente y el vicepresidente, recordó a Trump que "nadie está por encima de la ley", por lo que confirmó la apertura de una investigación oficial para determinar la viabilidad de un futuro 'impeachment'.

La Constitución establece que un presidente puede ser cesado por "traición, soborno, crímenes u otros delitos menores", una definición ambigua que durante procesos anteriores ha abarcado desde situaciones de presunta corrupción a abusos de poder. No tiene que tratarse necesariamente de un delito penal ni es necesario demostrar nada más allá de toda duda.

La Comisión Judicial de la Cámara ha liderado históricamente las investigaciones para un juicio político, pero los líderes del Partido Demócrata también pueden optar por poner a cargo a un comité seleccionado 'ad hoc'. Los demócratas son mayoría en la Cámara Baja, por lo que podrían acusar a Trump sin ningún voto republicano.

EL SIGUIENTE PASO.

Si una mayoría simple de la Cámara de Representantes --compuesta por un total de 435 miembros-- apoya la presentación de cargos, conocidos bajo la denominación formal de "artículos de juicio político", la pelota pasa al tejado del Senado, el escenario donde se llevaría a cabo el juicio propiamente dicho para determinar la culpabilidad o inocencia de Trump.

En esta segunda fase, los miembros de la Cámara de Representantes harían las veces de fiscales, los senadores actuarían de jurados y el presidente del Tribunal Supremo ejercería de supervisor máximo. La condena y destitución del inquilino de la Casa Blanca requiere en este caso del voto a favor de dos tercios de los cien senadores.

Los republicanos perdieron en las últimas elecciones legislativas el control de la Cámara Baja, pero mantuvieron el de la Cámara Alta, por lo que podrían incluso desestimar los cargos contra Trump sin considerar siquiera las evidencias que puedan presentar los demócratas.

El Senado se renueva por tercios cada dos años y, a la espera de lo que pueda pasar en noviembre de 2020, en la actualidad cuenta con 53 republicanos, 45 demócratas y dos independientes, si bien estos últimos votan en la mayoría de las ocasiones del lado del Partido Demócrata. Para que Trump sea destituido --serían necesarios 67 votos-- haría falta que al menos 20 republicanos cambiasen de bando.

UN BUMERÁN CONTRA LOS DEMÓCRATAS.

Trump cargó contra el anunció de Pelosi inmediatamente, para lamentar que "en un día tan importante en Naciones Unidas, con tanto trabajo y tanto éxito, los demócratas tienen que arruinarlo adrede con más noticias de última hora sobre la estúpida caza de brujas".

"Ni siquiera han visto la transcripción de la conversación (que mantuvo con Zelenski). Una caza de brujas total", señaló través de Twitter. "Acoso presidencial", denunció, recuperando los términos que ya usó en su día para poner en cuestión la investigación por los presuntos lazos de su campaña con Rusia antes de las elecciones de 2016.

El entorno de Trump ha dejado caer en los últimos meses que el 'impeachment' podría terminar por beneficiar al presidente, especialmente de cara a la reelección en 2020, toda vez que no solo podría sobrevivir al desafío sino presentarse como víctima del sistema. Entre las voces reticentes del Partido Demócrata también había cundido este temor.

Por ahora, ningún presidente ha sido cesado por el Congreso, a pesar de los tres procesos que se iniciaron contra Richard Nixon, Andrew Johnson y Bill Clinton. El caso contra Nixon quedó archivado tras su dimisión, mientras que el 'impeachment' contra Johnson y Clinton llegó al Senado pero no prosperó en su fase final.

La destitución de Trump supondría el ascenso automático de su 'número dos', el vicepresidente Mike Pence, que asumiría el poder durante lo que resta de mandato, es decir, hasta el 20 de enero de 2021.