A pocos días de que se celebren las terceras elecciones en cinco años en Reino Unido, en las que el líder conservador, Boris Johnson, pretendía conseguir una holgada mayoría absoluta que le diera vía libre para sacar al país de la Unión Europea y hacer del brexit una realidad, el laborismo aprieta con fuerza y su número uno, Jeremy Corbyn, parece dispuesto a ponérselo difícil.

Sin ir más lejos, el líder laborista británico hizo público ayer un documento oficial, filtrado y de 15 páginas que prueba que Johnson, el favorito hasta ahora a ganar con holgura las próximas generales, está “tergiversando” su acuerdo sobre el brexit y el impacto “devastador” que tendrá en Irlanda del Norte.

Corbyn defendió los detalles aparecidos en el documento como “pruebas contundentes” de “hechos fríos y duros” de que Irlanda del Norte pasará a estar “simbólicamente separada” del resto del Reino Unido después del brexit, previsto para finales de enero de 2020, con controles aduaneros sobre los productos.

Además, el documento advierte de que el acuerdo de retirada “tiene el potencial de separar a Irlanda del Norte en la práctica de zonas del mercado interno del Reino Unido”, por lo que Corbyn denunció que la promesa electoral de Johnson de que la frontera no se verá afectada es falsa. Pero hay más detalles, como que en el comercio que va de Irlanda del Norte a Reino Unido, el gobierno no puede descartar controles diferentes, incluidos los reglamentos y la salud animal. “Como mínimo, se requerirán declaraciones sumarias de salida cuando se exporten bienes de Irlanda del Norte a Reino Unido para cumplir con las obligaciones de la UE”, dice.

aranceles Y para el comercio en sentido contrario, desde Reino Unido hasta Irlanda del Norte, también podría haber aranceles, sugiere el comentado documento. Mientras, en la sección titulada “el impacto económico en Irlanda del Norte” se expone que los productos de la calle son “susceptibles de aumentar el precio”, y muchos exportadores podrían tener problemas con los costes de los controles fronterizos, lo que sería “muy perjudicial”.

El primer ministro ha insistido reiteradamente durante la campaña electoral en que el acuerdo de brexit que alcanzó en noviembre no requerirá controles fronterizos. Incluso le dijo a una empresa en Irlanda del Norte que si se les pedía que rellenaran un formulario, deberían llamarlo y “les diré que lo tiren a la basura”.

Para el responsable laborista del brexit, Keir Starmer, quien participó en la presentación junto a Corbyn celebrada en el centro de Londres, este documento es importante porque es el “consejo que se le está dando al primer ministro sobre su propio acuerdo” y no proviene de la oposición, sino del propio gobierno.

En un evento de campaña conservadora en la región de Kent, se le preguntó a Johnson por los documentos, respondiendo que no se los había leído y tildando las afirmaciones de la oposición de ser tonterías. “Lo que puedo decirte es que con el acuerdo que tenemos, podemos salir juntos como un Reino Unido: Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Podemos hacer acuerdos de libre comercio juntos, podemos recuperar el control de nuestras fronteras y nuestro propio sistema de inmigración. Si nos fijamos en el acuerdo propuesto por Corbyn, bajo ninguna circunstancia él o sus colegas recuperarán el control de la inmigración”, defendió Johnson.

En el manifiesto laborista, dicen que de ganar las elecciones, renegociaría el acuerdo de brexit de Johnson con la UE y éste sería votado por los ciudadanos, siendo la permanencia en la UE una opción alternativa.

La consulta se realizará dentro de los seis meses posteriores a la hipotética llegada al poder del partido y en ella podrían participar los tres millones de ciudadanos europeos que viven en la actualidad en Reino Unido y que no pudieron participar en el polémico referéndum de 2016.

Mayoría conservadora La confianza en las encuestas políticas se ha deteriorado en los últimos años en Reino Unido después de que no hayan podido predecir con precisión el resultado de las elecciones. La última encuesta publicada por YouGov el pasado 27 de noviembre, reiteró la tendencia que predice un liderazgo tory y una mayoría absoluta con 359 escaños, 42 más de los que obtuvieron en los comicios celebrados en 2017.

Mientras tanto, los laboristas perderían 51 escaños, cayendo de los 262 escaños obtenidos en 2017 a los 211 ahora, y obteniendo el 32 por ciento de los votos, una disminución de nueve puntos porcentuales, que pondrían a Corbyn contra las cuerdas. Sin embargo, la publicación del citado documento sobre la futura frontera de Irlanda del Norte podría entorpecer la fiesta conservadora.

A eso, se suma la publicación de un vídeo del actor estadounidense Rob Delaney defendiendo a capa y espada el sistema sanitario público británico, conocido como NHS, que se ha hecho viral. En él, Delaney advierte del peligro de la amistad entre Johnson y el presidente estadounidense, Donald Trump.

De hecho, Johnson intentó pasar desapercibido durante la última visita de Trump a suelo británico para participar en la cumbre de la OTAN. Pero fue pillado por las cámaras, junto al líder canadiense, Justin Trudeau, y el francés, Emmanuel Macron, en una indiscreta conversación, mofándose de Trump, en un encuentro en el palacio de Buckingham. El clip ya lleva 13 millones de reproducciones, frente a los 6,7 millones que vieron el primer cara a cara entre Johnson y Corbyn.

Delaney genera empatía partiendo de su propia historia, las consecuencias que tuvieron un accidente de coche, y su maravillosa experiencia usando el sistema público británico, que siente que está a años luz del estadounidense.

Además, en el mitin Stop the Brexit Landslide celebrado ayer en Londres, los ex primer ministros John Major y Tony Blair instaron a la gente a votar tácticamente para evitar que Johnson obtenga la mayoría absoluta y crear la posibilidad de un segundo referéndum que pueda detener el brexit.