Jerusalén. ¿Puede Netanyahu lograr la inmunidad? ¿Cuándo, antes o después de las elecciones de marzo? ¿Cuánto tiempo puede mantenerla? ¿Podrá volver a ser primer ministro? Estos son algunos de los interrogantes legales que abre la inédita petición de inmunidad del primer ministro israelí.

TRAMITACIÓN DE LA INMUNIDAD

Hasta un cambio legal en 2005, los primeros ministros en Israel tenían por defecto inmunidad, pero desde entonces han de pedirla, y esta puede ser concedida solo si lo aprueba el Parlamento (Knéset), una situación que hasta ahora no se había dado nunca.

El Comité de Interior de la Knéset es el encargado de debatir y proponer una decisión que, luego, debe ser ratificada por mayoría simple en el pleno.

¿Problema? Este comité no está creado. Dado que las cámaras surgidas de las elecciones de abril y septiembre pasado no lograron que se conformara gabinete, se disolvieron antes de constituirse diversos organismos parlamentarios, entre otros este.

Ahora hay dos posibilidades. La primera, que el presidente de la Knéset, Yuli Edelstein, ordene crear ese comité parlamentario y, la segunda, que la petición de inmunidad no se estudie hasta que se celebren los comicios del 2 de marzo y haya una nueva cámara.

El grupo opositor Azul y Blanco e Israel Nuestro Hogar han anunciado que pedirán a Edelstein la constitución de dicho comité para que rechace la petición de inmunidad y Netanyahu tenga que concurrir a los comicios sin esa capa protectora que impide empezar a juzgarlo.

Pero Edelstein es del Likud, el mismo partido que Netanyahu, lo que podría hacer que no esté inclinado a aceptarlo.

Se trataría además de una situación excepcional, que una Cámara disuelta cree un comité de esta relevancia. También se ha sugerido la creación de un comité permanente destinado exclusivamente a estudiar cuestiones de inmunidad. Pero, de momento, no existe.

Así las cosas, lo más probable es que la petición de inmunidad no se debata hasta que pasen las elecciones.

¿CÓMO SE OBTIENE?

Además de la decisión del Comité, la inmunidad solo se le podrá conceder si esta es aprobada por mayoría simple de la Knéset, 61 diputados, una cifra difícil de alcanzar, pues Netanyahu no ha logrado una mayoría que le apoye en los últimos dos comicios, lo que ha sumido a Israel en un bloqueo institucional que se prolonga cerca ya de un año.

"Incluso si el bloque de derechas y religioso logra 61 escaños, es dudoso que todos ellos apoyen aprobar la inmunidad", reflexiona hoy el analista Yosi Verter en el diario "Haaretz".

Además, como lo más probable es que esta no se dirima hasta después de las elecciones, se desconoce el número de diputados que podrían estar a favor.

REQUISITOS PARA LA INMUNIDAD

Aunque esta sea finalmente una decisión política tomada por diputados y partidos, la ley establece que la inmunidad no se puede conceder a voluntad, sino que tiene que estar justificada. La norma da cuatro motivos por los cuales la Knéset puede concederla:

- Que el delito se cometiese como parte de las funciones del cargo, lo que los abogados de Netanyahu argumentan que ocurre en al menos dos de los tres casos en los que se le acusa.

- Que la acusación no sea de buena fe o sea discriminatoria (otro de los argumentos en que insiste la defensa).

- Que el delito se haya cometido dentro del Parlamento y este haya tomado medidas.

- Que los resultados del proceso judicial interfiriesen en la capacidad de la Knéset o sus comités para llevar a cabo sus funciones.

¿LA DECISIÓN DE LA KNÉSET ES DEFINITIVA?

Si el Parlamento concede la inmunidad, esta no necesariamente sería para siempre, sino que podría tener una limitación temporal, por lo que pospondría el juicio, pero no necesariamente lo evitaría.

Por otro lado, la decisión de los parlamentarios puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo, un órgano con fama de inclinarse por posturas progresistas y blindar el imperio de la ley que podría llegar a tener la última palabra.

¿Y SI SIGUE SIN HABER GOBIERNO?

Otro posible escenario es que los israelíes vuelvan a elegir un Parlamento incapaz de ponerse de acuerdo en la formación de un Gobierno y también a la hora de acordar la constitución de sus comités.

Si fuese así, la situación judicial de Netanyahu podría mantenerse durante meses y meses, puesto que la Fiscalía no puede oficialmente llevarle a juicio hasta que la cámara haya tomado una decisión sobre la inmunidad.

Verter afirma que, para Netanyahu, "el mejor escenario sería unas cuartas elecciones, y luego unas quintas, y seguir así". Pero todo tiene un final.

¿QUÉ OCURRE SI SE LE CONCEDE LA INMUNIDAD?

Si el Parlamento otorga esta protección a Netanyahu, la Fiscalía no podrá presentar formalmente su acusación y dar inicio al proceso legal.

De llevar al Likud al triunfo en las elecciones de marzo o lograr apoyos suficientes para montar una coalición de gobierno, "Bibi", como se le conoce popularmente, podría de nuevo recibir el encargo del presidente para formar Ejecutivo, su tercer intento en un año para hacerlo.

¿Y SI ES RECHAZADA?

Si no obtiene la inmunidad, la Fiscalía seguiría su curso y daría lugar al inicio de un juicio por corrupción, por los cargos de cohecho, fraude y abuso de confianza en tres casos distintos (dos de ellos por tratar de lograr cobertura positiva en los medios a cambio de favores y otro por aceptar regalos millonarios para él y su familia).

En paralelo, se celebrarían elecciones de marzo y, de ganar el Likud, el Supremo tendría que decidir sobre una duda legal importante: ¿puede una persona acusada formalmente recibir el encargo de formar Gobierno?

Hoy, el alto tribunal rechazó pronunciarse sobre esta cuestión por tratarse en estos momentos de una situación teórica. Pero, de ser imputado Netanyahu, no tendría más remedio que decidir sobre la cuestión.

¿PODRÍA NETANYAHU AUN ASÍ GOBERNAR?

¿Se puede gobernar sin recibir el mandato del presidente para formar Gobierno? Sí, en opinión del periodista Jonathan Lis, que se refirió hoy a una posible carambola política que podría permitir a "Bibi" seguir en el poder, incluso aunque sea acusado.

El Likud, sugiere, podría proponer para formar gabinete a un "hombre de paja" y, una vez establecido este, el partido presentaría una moción de confianza con una propuesta de jefe del Gobierno alternativa, Netanyahu, con lo que este podría llegar al puesto sin necesidad de recibir el encargo de formar gobierno.

Legalmente, un primer ministro no necesita abandonar su cargo por estar acusado. Un ministro o un alcalde, sí.

Esta estrategia hace que no sea imposible que gobierne bajo acusación, pero parece demasiada complicada incluso para un Israel que lleva meses registrando situaciones políticas calificadas por diversas fuentes de "inéditas", "históricas" y "nunca vistas en la historia del país".