Ankara - La aprobación de una moción para enviar tropas a Libia dividió ayer el espectro político del hemiciclo de Turquía, con los seguidores del presidente, Recep Tayyip Erdogan, a favor, y el resto de los partidos en contra.

La iniciativa continúa la política de expansión geopolítica del Gobierno de Erdogan en el Mediterráneo oriental, un territorio rico en hidrocarburos que atrae múltiples intereses de las naciones costeras.

Los militares turcos apoyarán al Gobierno de Faiez el Sarraj, establecido en la capital libia, Trípoli, y reconocido por la ONU, pero acosado por las milicias del general rebelde Jalifa Hafter, que controlan grandes partes del convulso país árabe.

El Parlamento, en recesión hasta el martes próximo, se reunió de forma extraordinaria ayer para debatir la moción, que en los últimos días ha vuelto a poner de manifiesto las fisuras en la política turca entre seguidores de Erdogan y detractores.

Su partido islamista Justicia y Desarrollo (AKP), que gobierna desde 2002, votó en bloque a favor, igual que el derechista Movimiento Nacional (MHP), en los últimos años aliado del AKP.

Juntos sumaron 325 votos, mientras que hubo un total de 184 papeletas en contra, al participar 509 del total de 600 diputados.

"Tenemos que defender nuestra patria azul", pidió el legislador Erkan Akçay, del MHP, en alusión al Mediterráneo oriental, donde se cruzan los intereses de Turquía, Grecia, Chipre, Siria, Líbano e Israel.

La iniciativa reforzaría también la posición geopolítica de Ankara frente a las aspiraciones de Atenas, agregó Akçay.

El partido socialdemócrata CHP, por su parte, tildó la iniciativa de "moción de guerra", "invitación al desastre" y un ejemplo de la política de "hechos consumados" por parte de Erdogan.

El permiso parlamentario tiene validez de un año, pero será el presidente turco quien determinará su alcance, el volumen de tropas que se enviará y todos los demás aspectos de la misión.

"Nunca aceptaremos que Turquía sea parte de una guerra por delegación en Libia y derrame sangre al tomar parte por un bando en el conflicto", dijo el diputado del CHP Ünal Çeviköz.

"Mandar tropas a Libia no está en el interés de Turquía, sino solo del AKP y Erdogan", comentó uno de sus correligionarios, Seyit Torun, en referencia a la pérdida de popularidad del Gobierno.

La moción define el mandato como medida para "proteger los derechos de Turquía en el Mediterráneo y sus intereses nacionales en Libia, prevenir una amenaza de migración masiva ilegal y la formación de un ambiente favorable para organizaciones terroristas".

Contra el envío Pero el CHP subrayó que los propios vecinos de Libia no han enviado tropas, por lo que no tiene lógica que Turquía se vea en la necesidad de hacerlo.

El partido de centroderecha IYI se pronunció igualmente contra la moción, advirtiendo de que se podría dar un escenario "del tipo de Vietnam".

También el izquierdista HDP se opuso a "enviar a los hijos del pueblo a derramar su sangre en los desiertos", en referencia al servicio militar obligatorio en Turquía.

Erdogan ha subrayado que la iniciativa militar viene a consecuencia de una petición formal del Gobierno de El Sarraj, asediado en Trípoli por las milicias de Hafter.

Reunión previa. En noviembre, Sarraj, presidente libio, viajó a Ankara para firmar un acuerdo de cooperación militar y un pacto que delimita las zonas exclusivas económicas (EEZ) de ambos países en el Mediterráneo.

Misión pionera. Aunque militares turcos participan en misiones de la OTAN en Afganistán y Kosovo, la misión en Libia sería la primera en la que soldados turcos entren en combate, al margen de coaliciones internacionales, en un país no limítrofe con Turquía.