l debate de Kamala Harris y Mike Pence no va a afectar la intención de voto. Ha sido un debate normal y predecible en el que sobresalió la mosca que se posó en la cabeza de Pence durante dos interminables minutos. Pero la hospitalización de Trump sí ha afectado la carrera electoral.

Según USA Today y ABC News, más de 34 de funcionarios de la administración Trump y al menos quince colaboradores cercanos al presidente han dado positivo, entre ellos la presidenta del Partido Republicano, Ronna MacDaniel. Y esto es sólo la punta del iceberg, ya que Trump asistió a cerca de quince eventos en varios estados: una terrible negligencia. Diversos medios sospechan que los infectados son muchos más, y lo que es peor: la Casa Blanca es el foco de la infección. En cualquier caso, tras su ingreso en Walter Reed Trump tenía dos opciones, decir la verdad sobre la gravedad del covid-19 o salir antes de tiempo del hospital, cuando aún tiene síntomas evidentes de debilidad, y mentir. Nadie dudó de que tanto él como su equipo y los medios que los soportan optarían por esta segunda opción. James Phillips, médico de Walter Reed, ha tachado la decisión de Trump de abandonar el centro médico prematuramente y de pasearse ante sus seguidores en su vehículo blindado como "una deliberada negligencia en el cumplimiento del deber", un delito.

Los días 5, 6 y 7 de octubre se han hecho las declaraciones más absurdas de la campaña electoral, y ésta era una marca muy difícil de batir. Se ha dicho que el presidente sabe ahora mucho más sobre el virus porque lo ha padecido; se ha dicho que no es letal, y que Trump es un ejemplo vivo de ello. Se ha dicho mucho más que eso. El 5 de octubre, en una corta intervención en la Casa Blanca, Trump profirió otras diez falsedades en poco más de dos minutos. "He aprendido tanto sobre el coronavirus y, una cosa que es segura, no os dejéis dominar por el virus, no lo temáis, lo vamos a vencer, tenemos los mejores equipos médicos, las mejores medicinas, todo ello desarrollado recientemente, y lo vamos a vencer; nunca me he sentido tan bien; y hace dos días-podía haber salido [del hospital] hace dos días-, hace dos días me sentía mejor que hace mucho tiempo, como he dicho recientemente, mejor que hace veinte años. No dejéis que os domine, no dejéis que domine vuestras vidas, no dejéis que eso pase. Somos el país más grande del mundo". Dos días después ha rematado todo lo anterior afirmando que "adquirir covid-19 ha sido una bendición de Dios".

En franco contraste, Amanda Klooth, la mujer de la estrella de Broadway Nick Cordero que murió afectado de covid-19, ha pedido al presidente que tenga "un mínimo de empatía" con aquellos que han perdido amigos y familiares. "Desafortunadamente, dominó nuestras vidas, ¿no? Dominó la vida de la familia de Nick y la vida de mi familia. Supongo que 'dejamos' que nos dominara, como si fuera elección nuestra", publicó en Instagram. "Desafortunadamente, no todos tienen la suerte de pasar dos días en el hospital. Lloré junto a mi marido durante 95 días viendo lo que covid le hacía a la persona que amo. Es algo de lo que debemos tener miedo". Jonathan Coelho, actor de Broadway, murió tras pasar 28 días ingresado. Katie Coelho, su esposa, nunca pudo decirle adiós en persona. Tan sólo pudo recibir una emotiva nota de despedida en el móvil. "El dolor que sentimos es indescriptible", escribió en Facebook. "Nos lo ha robado todo. Mi corazón está roto, está hecho añicos". Después de leer los comentarios de Trump, expresó a Anderson Cooper de CNN News el 5 de octubre: "Nos merecemos algo mejor, mi marido merecía algo mejor, 210.000 personas merecían algo mejor".

Es preciso recordar que Trump ha sobrevivido porque ha estado atendido round-the-clock por un equipo médico compuesto por diez médicos y un número ingente de auxiliares, pero no todo el mundo puede permitirse este lujo en la república. Tras 62 días internado, Michael Flor venció al covid-19 el 12 de junio de este año, sí, pero recibió una factura de 1.122.501,04 dólares, una factura de 181 páginas. 18.104,85 dólares al día le cobraron, para ser precisos.

El reportero Brit Hume, de la Fox, ha asegurado que el coronavirus "es serio. Es muy contagioso. Pero probablemente no€ casi seguramente no te matará". Decir algo así es éticamente reprobable. Durante los días que Trump estuvo hospitalizado se han registrado 177.815 nuevas infecciones y 2.330 muertes en Estados Unidos. A nivel mundial, entre el 2 y el 5 de octubre se han registrado oficialmente 1.265.451 nuevos casos y han muerto 24.716 seres humanos. Y sabemos que estas cifras representan tan sólo una fracción de realidad. Hume está en lo cierto, probablemente no mató a los que han sobrevivido, pero ciertamente ha matado a los que han muerto. CNN News ha declarado a Hume una persona "peligrosamente ignorante".

Tucker Carlson, desde Fox News, ha ido más lejos al decir, literalmente, que "la edad promedio de muerte por coronavirus en este país es 78 años y ocurre que la expectativa de vida media en los Estados Unidos es de 78 años. En suma, es peligroso ser una persona anciana con coronavirus y es peligroso ser una persona anciana. Punto. En algún momento todos nosotros vamos a morir; morir es el elemento central de la vida. Desafortunadamente, una sociedad secular no tiene respuesta para esto, ni puede ofrecer solución alguna. Nos sorprende por tanto que algunos estén aterrorizados". Es difícil ser más insensato, pero Trump está obligando a los reporteros de la Fox a mentir sin miedo, más allá de todo límite razonable.

La política trumpiana con respecto al covid-19 -como con respecto a muchos otros aspectos de la vida- ha sido nefasta, mezquina y negligente. Y el resultado es manifiesto. A Trump le gusta batir récords: USA lidera la lista de infecciones a nivel mundial con 7,8 millones de casos y más de 218.000 muertes. Hoy hay casi 3 millones de personas infectadas. Esto supone el 21,3% de los casos registrados a nivel mundial, y un 20,4% de las muertes (y la república representa tan sólo el 4% de la población mundial). Esta proporción sigue ascendiendo a una velocidad estrepitosamente emergente, y es falso el argumento de que la proporción de muertes en USA es menor: la mortalidad entre los infectados es del 4%, exactamente la misma que la media a nivel mundial.

Al parecer, la actuación de Trump en el primer debate electoral y la teatralización de su estancia en el hospital lo han colocado a 10 puntos porcentuales por detrás de su oponente en los sondeos de intención de voto. Lo contrario sería muy preocupante. De hecho, es alarmante que haya una fracción de la ciudadanía que aún tenga dudas. Biden ha anunciado que el próximo debate presidencial debería ser virtual, ya que Trump no se ha recuperado totalmente y es un peligro para sí mismo y para el resto. Pero éste ha rechazado de inmediato la propuesta. Esta actitud ha confundido a sus colaboradores porque supone poner en peligro una de las últimas oportunidades de cambiar el curso de una carrera que está perdiendo, y han revelado que necesitaría diez debates más. En cualquier caso, Hogan Gidley, secretario de prensa de la Casa Blanca, ha asegurado para Fox News que no está preocupado "en absoluto" por los estudios de opinión. Supongo que los que apoyan la candidatura del Partido Demócrata pensarán lo mismo.

La política trumpiana respecto al covid-19 -como respecto a muchos otros aspectos de la vida- ha sido nefasta, mezquina y negligente