Este lunes se cumple un mes desde que el periodista vasco, Pablo González, fuera detenido por los servicios secretos de Polonia acusado de ser un agente que facilita información al servicio de Inteligencia de Rusia. Una acusación que niegan con rotundidad su familia y su entorno más próximo.
Hubo que esperar varios días para que Polonia confirmara su detención el 28 de febrero, mientras informaba sobre la llegada de refugiados ucranianos a ese país. El 3 de marzo un juez dictó prisión provisional para González y fue encarcelado en la prisión de Rzeszów, donde todavía permanece a día de hoy.
Durante este mes, su familia ha recibido información con cuentagotas. No ha podido hablar con el periodista e incluso su abogado, Gonzalo Boyé, ha denunciado en varias ocasiones que la imposibilidad de ponerse en contacto con su defendido que permanecerá en prisión preventiva al menos hasta el próximo 29 de mayo.
Mi defendido el periodista español @PabVis ha sido detenido en Polonia por hacer su trabajo, exigimos que se garantice su integridad fisica y su inmediata puesta en libertad.
— Gonzalo Boye (@boye_g) February 28, 2022
Sin libertad de prensa no hay democracia
#Poland: Spanish journalist @PabVis was arrested in Rzeszow near Ukrainian border & has now been detained for more than 72 hours by the Internal Security Agency (ABW) without any credible explanation. He has had no access to his lawyer which is a denial of his fundamental rights. pic.twitter.com/X13xNEtxT1
— RSF (@RSF_inter) March 3, 2022
#FreePablo https://t.co/RPLiWyA4Ot
— mikel ayestaran (@mikelayestaran) March 28, 2022
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