pamplona - Unidos Podemos ha reclamado al Gobierno elevar la presión fiscal al sector financiero, las grandes fortunas, las grandes corporaciones, y las compañías eléctricas para apoyar los Presupuestos Generales del Estado de 2019.

El grupo liderado por Pablo Iglesias cree posible recaudar más de 10.500 millones de euros adicionales para poder financiar en las cuentas del próximo año un paquete de medidas sociales que incluyen varias de las propuestas que plantea al Gobierno de Pedro Sánchez, entre ellas un nuevo bono social eléctrico y una tarifa energética reducida para la primera residencia.

En el plan de Unidos Podemos para elevar la presión fiscal se incluyen tanto el aumento de las tasas como la creación de nuevos tributos, como el de transacciones financieras (con el que esperan recaudar 1.300 millones, una tasa a grandes empresas digitales (1.200 millones) y a las grandes fortunas (1.500 millones).

Podemos ha exigido al Gobierno una contribución fiscal “más justa” del sector financiero, para el que pide un tipo mínimo del 20% en el Impuesto de Sociedades -también aplicable a las empresas de hidrocarburos-, además de un recargo temporal de 10 puntos que les subiría el tipo nominal al 40%.

Este “recargo de solidaridad”, como lo denomina la formación morada, supone un impuesto a la banca extraordinario de carácter temporal, con una duración de cinco años prorrogables por periodos iguales, que serviría para compensar la parte del rescate bancario que se considera irrecuperable.

Estas propuestas están recogidas en el nuevo documento de Podemos Presupuestos con la gente dentro. Democracia es Estado social, presentado ayer por su secretario general, Pablo Iglesias, quien hizo un llamamiento al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que traslade a los Presupuestos de 2019 el “espíritu” de la moción de censura contra Rajoy.

Se trata, explicado el secretario de Organización, Pablo Echenique, de promover una justicia fiscal que haga pagar más a los más privilegiados, al tiempo que baja la factura de la luz, pincha la burbuja del alquiler o sube el salario mínimo a 1.000 euros.

El documento contiene propuestas con un impacto total de más de 10.500 millones de euros, muchas de las cuales ya se están tratando en las mesas de negociación presupuestaria abiertas con el Ejecutivo, aunque en algunos puntos suponen una ampliación de exigencias.

Es el caso del nuevo impuesto sobre transacciones financieras para el que piden un gravamen del 0,2% para la compraventa de acciones y del 0,02% para los productos derivados, frente al 0,01 % que propuesto inicialmente.

Además vuelven a reclamar que la subida del tipo marginal máximo de IRPF se aplique a partir de 120.000 euros anuales, cuando parecía pacificado que se aplicaría a ganancias superiores a 140.000 euros.

Asimismo parecía descartada la posibilidad de un gravamen específico a la banca, un punto al que Podemos podría renunciar -según fuentes de la formación- si finalmente el tipo mínimo del 15% en el Impuesto de Sociedades se eleva al 20 % para el sector financiero y las empresas de hidrocarburos, en consonancia con el tipo nominal más alto que ya tienen (30% frente al 25% general). - E.P./Efe

más control a los ricos

Contra el fraude. Encima de la mesa de negociación está también la regulación de las sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria (socimis), con la petición de Podemos para que el beneficio no distribuido tenga un tipo efectivo de al menos el 20% en Sociedades. Podemos calcula que con estas medidas, incluidos cambios en la sicav, el Estado podría ingresar unos 4.000 millones adicionales cada año, a los que suma otros 1.200 millones de la denominada tasa Google y otros 1.500 millones de un impuesto extraordinario sobre las grandes fortunas. Para lograr un mayor control sobre estos grandes patrimonios, reclama una Ley específica contra el fraude.