pamplona - La precampaña en la que están ya inmersos los partidos, con la convocatoria de generales encima de la mesa, elevó ayer la bronca en el Congreso entre el Gobierno de Pedro Sánchez y la oposición, y tensó los debates de una sesión de control plagada ya de mensajes electorales. Los líderes de los principales partidos centraron sus ataques en Sánchez y su gestión de estos meses, mientras el presidente del Gobierno tuvo reproches para todos, incluido su hasta ahora socio preferente, Podemos, por “bloquear” el pacto sobre pensiones.

Y tras el duro cara a cara con el líder de los populares, Pablo Casado, el ataque más vehemente de Sánchez fue el dirigido al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, por haber prometido que no pactará con los socialistas tras el 28 de abril. El presidente acusó a Rivera de “liderar el cambio de chaqueta permanente”, porque tan pronto se pone la de “supuesto liberal” como la que “huele a naftalina, la de la ultraderecha”.

Y lamentó que ponga un cordón sanitario al PSOE, “un partido que lleva 140 años sirviendo a España” y que ha impulsado medidas como el matrimonio homosexual o la ley del aborto y ha “liderado el final del terrorismo en el País Vasco”.

Con un tono igualmente duro replicó Rivera, quien aseguró que entró en política “para que no haya presidentes” como él, que pacta con quienes quieren “romper el país”.

El líder de Ciudadanos insistió en pedir a Sánchez que diga antes de las elecciones si va a negociar con los independentistas, y en cualquier caso le advirtió de que “se olvide” de buscar un acuerdo con Ciudadanos, que apuesta por un Gobierno que no negocie nunca con “los golpistas”.

crispación Antes de su encontronazo con Rivera, Sánchez lo tuvo con Casado. Un día después de publicarse el libro del presidente, el líder del PP hizo uso de uno de los pasajes más comentados, en el que Sánchez cuenta que lo primero que decidió al llegar a la Moncloa fue cambiar de colchón. “Empaquete el colchón, porque lo sacará de la Moncloa en dos meses”, le dijo Casado al jefe del Ejecutivo, quien por su parte reprochó al líder de los populares su forma de hacer oposición, basada en “el insulto, las mentiras y la crispación”.

Un día más, Pablo Casado acusó al presidente de tratar de “vender la nación a quienes quieren destruirla” y de hacer diversas concesiones a los independentistas, entre las que citó la promesa de indultos o el asegurarles el derecho de autodeterminación.

“Nadie hizo nunca tanto daño a España en tan poco tiempo”, dijo Casado sobre Sánchez, a quien también reprochó que la economía “pinche” o que haya aumentado la inmigración ilegal.

Sánchez, por su parte, volvió a recurrir al discurso moderado, afeando a Casado su estrategia de oposición basada en el “insulto” y a la “mentira” y su discurso cargado de “crispación. Ojalá el próximo 28 de abril la mentira y la crispación salgan de la vida política con usted derrotado en las urnas”, le espetó Sánchez al líder del PP. Ni siquiera se rebajó la tensión en el turno de Podemos. Sánchez echó en cara a la número dos, Irene Montero, que la formación morada haya impedido que salga adelante un acuerdo para garantizar la sostenibilidad de las pensiones y les ha pedido que vuelvan a la mesa el Pacto de Toledo.

Montero, por su parte, acusó a Sánchez de acometer recortes “por la puerta de atrás”. En este sentido, exigió al presidente que confirme si ha dado la orden “secreta” a sus ministerios de “no gastar más del 50% de lo presupuestado” en las cuentas prorrogadas, una pregunta que Sánchez eludió responder.

“Imponer estos recortes es la prueba más evidente de que ustedes no son de fiar y que cuando creen que nadie les ve se comportan como el PP del señor Montoro, exactamente igual”, espetó.

Y Sánchez, respondió a la portavoz de Podemos poniendo en contexto este cara a cara. “Es evidente que estamos en precampaña electoral, señora Montero, y que el planteamiento que ha hecho ha sido más de cara a esa campaña electoral que un relato fidedigno de lo que ha pasado estos ocho meses”, dijo Sánchez en su penúltima sesión de control antes de disolver las Cortes. - D.N.